El mecánico brasileño Francisco das Chagas Rodrigues de Brito, acusado de haber asesinado y mutilado a 42 niños en Brasil, fue condenado hoy a 63 años de prisión por dos de sus crímenes, informaron fuentes oficiales.
Rodrigues de Brito, de 45 años, fue considerado responsable por el asesinato de dos niños de diez años ocurridos en 1998, en un juicio que concluyó en la madrugada de este martes en Sao José de Ribamar, municipio del estado de Marañón (norte de Brasil).
El mecánico está preso desde 2003, cuando confesó la mayoría de sus crímenes, ocurridos en los estados amazónicos de Marañón y Pará entre 1989 y 2003.
Rodrigues de Brito ha sido condenado hasta ahora por seis de los homicidios a penas que suman poco más de 200 años de prisión. Su primera condena fue dictada en 2006, cuando le fue impuesta una pena de 20 años de prisión por la muerte de un adolescente de 15 años.
El asesino confeso fue arrestado en diciembre de 2003 en la ciudad de Sao Luis, capital de Marañón, por su presunta responsabilidad en la muerte de un niño.
En los interrogatorios a los que fue sometido admitió que asesinó a 28 menores en el estado de Marañón y otros 12 en el estado de Pará, e incluso llevó a la policía a diferentes locales en los que estaban enterradas algunas de sus víctimas.
Todas las víctimas, de sexo masculino y de menos de 15 años, desaparecieron en circunstancias similares en barrios periféricos de Sao Luiz y de Altamira (Pará) y algunas fueron encontradas con sus órganos sexuales extirpados.
La policía encontró enterrados en el jardín de su casa los restos de tres de las víctimas.
Según la policía, Rodrigues Brito escogía a sus víctimas entre niños y adolescentes pobres y los invitaba a recoger frutas o a cazar pájaros en el monte, donde los asesinaba a pedradas o por estrangulamiento y luego los castraba.