Al parecer el eterno lío entre Samsung y Apple por concepto de patentes en dispositivos móviles está llegando a su fin. Porque tras años de diferencias, los creadores del iPhone se adjudicaron este lunes en el Tribunal Supremo de EE.UU. la disputa resuelta en 2014 y que desde entonces ha sido apelada por la surcoreana en distintos tribunales del país.
El caso, que obliga a Samsung a pagar a Apple 119,6 millones de dólares, se centró en el software que convierte un número de teléfono en información "pinchable" en pantalla generando un enlace rápido, el sistema de autocorrección y la más famosa, referida a el "deslizar para desbloquear", lo que impide que contestemos una llamada si llevamos el teléfono en el bolsillo del pantalón, por ejemplo.
Aunque tras un par de años la sentencia fue revocada por el tribunal (luego que Samsung afirmara que no se había aplicado de forma correcta el procedimiendo de patentes) y un año después se volvió a reinstaurar, Samsung apeló a la Corte Suprema buscando una determinación final, dando la razón a Apple.
"Nuestro argumento tuvo el respaldo de muchos que creían que la Corte debería establecer estándares justos que promuevan la innovación y eviten el abuso del sistema de patentes. Este fallo permitirá que Apple se beneficie de forma injusta de una patente inválida", declaró Samsung en respuesta al veredicto, mientras que Apple no se refirió al tema.
Cabe señalar que en ningún caso la batalla entre las dos empresas ha finalizado, ya que existe pendiente otro caso relacionado a patentes programado para mayo de 2018, y en donde se espera que Samsung pague entre 400 y mil millones de dólares. Asimismo, a fines de octubre una Corte de EE.UU. determinó un nuevo juicio que en este caso involucra a tres patentes de Apple: su presentación frontal rectangular negra, las esquinas redondeadas y un colorido abanico de iconos para sus programas y aplicaciones.