Un día sin utilizar la aplicación de la empresa Uber anunciaron hoy los conductores de esa firma dedicada a contactar pasajeros con vehículos privados. La paralización está prevista para este viernes y tiene como objetivo que la compañía reajuste las comisiones que ganan por viaje. Además, quieren tener una mayor seguridad, pues sostienen que están expuestos al robo de sus automóviles.
La firma Easy, que agrupa a choferes de taxis básicos que también trabajan para Uber -unas tres mil personas-, acordaron dejar de conducir este viernes debido a complicaciones que se han presentado este año. Los conductores suscritos a Uber alcanzan las 33.900 personas.
El comunicado plantea que los pilotos desean que se aumenten las comisiones, pues se les descuenta un 25% de lo obtenido por viaje. La agrupación de choferes plantea que esa cifra debería llegar a un 15%. Alegan, además, que cuando la empresa inició el pago con efectivo disminuyó un 20% la tarifa, con lo que se les restan ganancias.
Otra exigencia de los trabajadores se refiere a que el servicio tenga un "botón de pánico" o forma de avisar eventuales delitos. Señalaron que cada día sufren el robo de, al menos, cinco automóviles.
Agregaron que existe consenso en que se debería subir la tarifa en un 20% en los sectores peligrosos de las ciudades desde las 22 horas.
Luis Reyes, presidente de la Confederación Nacional de Taxis, dijo que la aplicación ha tenido un comportamiento "irresponsable" con conductores y usuarios, porque "hacen lo que quieren sin regulación alguna".
El dirigente sostuvo que este escenario podría cambiar para ese sector si se aprueba una futura ley que impida el cobro en efectivo en esos vehículos, lo que favorece los delitos. Esa norma también podría incluir que tengan seguros adicionales por accidentes, propuesta de los parlamentarios.