La transferencia de las responsabilidades en seguridad a las fuerzas afganas empezaría a finales de 2010 o inicios de 2011, informó un comunicado emitido hoy por la Conferencia sobre Afganistán que se realiza en Londres.
Asimismo, los líderes de los 70 países que integran la conferencia prometieron enviar, al menos, 500 millones de dólares en fondos para financiar un plan de ayuda destinado a que las milicias talibanes renuncien a la violencia.
La reunión apoyó el plan del presidente afgano, Hamid Karzai, quien en su primera intervención en la conferencia prometió un acercamiento con los talibanes moderados y la creación de un consejo nacional para la reconciliación y la integración nacional, en el que participarán con todos aquellos sectores que renuncien a la violencia.
"Debemos tender la mano a todos nuestros compatriotas, especialmente a nuestros desencantados hermanos que no son parte de Al Qaeda o de otras redes terroristas y que aceptan la Constitución afgana", manifestó el presidente afgano.
Los talibanes contestaron de antemano a esa eventual oferta, calificando la Conferencia de Londres como un "engaño" de los líderes del mundo promotores de guerras y pidiendo la retirada de las tropas extranjeras en Afganistán para lograr la paz en el país.
"Estamos aquí para hablar de cómo avanzamos, con una iniciativa de autoría afgana, que garantice la paz y la estabilidad de Afganistán y de sus vecinos", arremetió Karzai, quien subrayó que los éxitos de estos últimos ocho años no hubieran sido posibles sin el sacrificio de los ciudadanos afganos.
La conferencia fue organizada para ayudar a las potencias mundiales a crear un plan de salida de Afganistán, en un momento en que aumentan las muertes de soldados de la OTAN y estadounidenses y cae el apoyo del público.
Los 70 países prometieron apoyar la campaña de Karzai contra la corrupción y dijeron que una cumbre más adelante en Kabul presentaría planes concretos para apuntalar su frágil gobierno.