En materias relacionadas con gestión de personas, confianza organizacional y gestión laboral, las empresas chilenas aún tienen varias tareas pendientes. Así al menos lo reflejó el Índice de Relaciones Laborales (IRL) 2016, elaborado por la consultora Datalab, que analizó estas materias en 72 grandes compañías, incluidos más de 300 mil trabajadores y 550 sindicatos.
El IRL, que se levantó entre enero y julio de este año, arrojó información final para medir la calidad de las prácticas de gestión laboral en las empresas y, al mismo tiempo, conocer y adaptar buenas prácticas existentes en el país y a nivel internacional.
En este sentido, el indicador está compuesto por tres subíndices: Índice de Gestión de Personas (IGP), que mide el nivel de implementación de las prácticas de gestión; el Índice de Gestión Laboral (IGL), que analiza la colaboración entre las empresas y los sindicatos; y el Índice de Confianza Organizacional (Icono), que mide los niveles de confianza entre los diferentes actores al interior de una empresa.
Baja confianza
Entre los resultados más destacados, el Índice de Confianza Organizacional fue el que reveló los resultados más preocupantes, según los propios los elaboradores del estudio. De acuerdo con el documento, este indicador registró una importante caída en 2016, pasando de 57 puntos en 2015 a 51,3 puntos para el año pasado.
Al respecto, Datalab argumentó que "en el fondo, las empresas no están permitiendo a sus trabajadores que participen con total creatividad y libertad al interior de las organizaciones. Las empresas no hacen partícipes a las personas en sus desafíos internos (...) Sigue predominando una estructura jerárquica en las empresas, en Chile deciden las capas superiores y las capas inferiores básicamente ejecutan instrucciones con poca información".
Asimismo, los resultados a nivel general tampoco fueron muy satisfactorios. Según los datos del IRL en 2016 las empresas obtuvieron 53,3 puntos de un máximo de 100, bajando 3,8 puntos en comparación con 2015 (57,1 puntos).
"De alguna manera, lo que se ve es que las empresas en Chile están todavía en un nivel inicial de construcción de procesos robustos de gestión de personas, relaciones laborales y construcción de confianza. Queda todo un camino por recorrer si se quiere avanzar hacia relaciones laborales colaborativas", explicaron desde la consultora de investigación.
En tanto, el IGP también arrojó una caída de 1,2 puntos respecto al año anterior tras registrar 53,1 en 2016.
Por último, el IGL retrocedió de los 60,8 puntos que tenía en 2015 a los 54,7 en 2016. Las razones tras la caída, según explicó el informe, se debe a "una menor colaboración observada entre sindicatos y administración, que se relaciona con la creciente desconfianza entre ambos".
Sobre este tema, el informe agregó que las conversaciones entre sindicatos y empresas se basa, principalmente, en una agenda de corto plazo. "Se observa una ausencia casi absoluta de mesas de trabajo en materias que apunten a la productividad y al desarrollo integral de los trabajadores", detalló.
El próximo martes los académicos de la U. Católica e integrantes de DataLab, Carlos Portales y Andrea Bagnara, presentarán el resto de los resultados que arrojó el reporte.