La confianza de los inversionistas alemanes cayó en septiembre a su menor nivel desde febrero del 2009, y el ministro de Finanzas del país dijo que la economía más grande de Europa se enfriaría el próximo año.
El instituto ZEW, con sede en Mannheim, dijo el martes que su indicador mensual de confianza económica cayó a 4,3 en septiembre, desde 14,0 en agosto, muy por debajo de las estimaciones de un declive a 10,0.
"Esto podría no apuntar a un declive temporal, sino que podría ser el primer indicio de una reducción en la actividad económica", dijo ZEW en un comunicado.
La caída se produce tras flojos datos sobre la actividad productiva y está en línea con la visión de que el crecimiento económico alemán se desacelerará el próximo año, debido al sombrío panorama para algunos de sus socios comerciales y al impacto de las medidas de austeridad.
El euro cayó frente al dólar tras el dato, mientras que los futuros de la deuda germana tocaron un máximo de la sesión y el índice de acciones DAX cedió terreno.
ZEW dijo que el término de las medidas de estímulo podría haber desatado la caída en el índice de confianza.
La caída del índice en territorio negativo indica que, en este momento, son más los analistas con una visión pesimista para los próximos seis meses que quienes consideran que las condiciones económicas mejorarán.
No obstante, ZEW dijo que el riesgo de recaída en recesión seguía siendo bajo para Alemania, una visión respaldada por el ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble.
"Tenemos todas las posibilidades de tener un desarrollo estable y sostenible", dijo el funcionario a la Cámara Baja del Parlamento, el Bundestag.
Sin embargo, reconoció que probablemente la economía se desaceleraría.
"No vamos a tener estas tasas de crecimiento del 3% el próximo año", indicó.
La economía alemana salió rápidamente de la profunda recesión que sufrió el año pasado. El país creció un 2,2% en el segundo trimestre del año, su mayor expansión trimestral desde la reunificación.
Sin embargo, algunos datos recientes sugieren que la economía podría estar perdiendo fuerza. Los pedidos manufactureros cayeron inesperadamente en julio a su tasa más fuerte en más de un año.
Un medidor separado del informe de ZEW sobre las condiciones actuales creció con fuerza a 59,9 desde 44,3, superando las estimaciones de una lectura de 48,0. Sin embargo, ZEW dijo que sus analistas esperaban una caída en el indicador para el próximo mes.
"¿La recuperación alemana ha llegado a su fin? No. Los datos de ZEW de hoy no son un presagio de una recaída en recesión en Alemania", dijo Carsten Brzeski, economista de ING Financial Markets.
"La mejoría en las condiciones actuales y el deterioro de las expectativas en el índice ZEW no siempre apuntan a una inminente desaceleración en el crecimiento", agregó.