Según una investigación de mercado GfK reveló un alza en la confianza del consumidor alemán y logró su nivel más alto en siete años. Este aumento se debe a que los consumidores en la mayor economía de Europa se volvieron más optimistas sobre sus rentas futuras.
El grupo GfK dijo que su índice de confianza del consumidor a futuro, basado en una encuesta a unas 2.000 personas, trepó a 8,5 poco antes de marzo, desde una lectura revisada al alza de 8,3 el mes anterior.
Esta fue la más alta desde enero del 2007 y superó el pronóstico promedio de 8,2 obtenido en un sondeo de Reuters a un grupo de economistas, aumentando las expectativas de que la demanda interna impulsará el crecimiento económico germano este año.
"Este hecho positivo entrega un buen cimiento para que el consumo privado siga jugando un papel clave en el crecimiento económico este año", comentó el analista de GfK Rolf Buerkl.
El consumo privado alentó el crecimiento en el 2013 y se expandió al doble del ritmo del producto interno bruto (PIB).
GfK estima que el consumo privado aumentará 1,5% en términos reales este año.
Detalles del PIB publicados el martes remecieron la confianza en la demanda interna, que fue un pilar clave de respaldo durante la mayor parte del 2013, al mostrar que fue un lastre para el crecimiento en el cuarto trimestre. Sin embargo, los economistas estiman que la demanda interna se convertirá en un fuerte motor del crecimiento nuevamente este año.
El gobierno germano cuenta con que la demanda interna alimente una expansión calculada en 1,8% de la economía alemana, tradicionalmente orientada a las exportaciones, debido a que se prevé que el comercio exterior mitigará al crecimiento.
El sondeo de GfK mostró que los consumidores estaban más optimistas sobre sus ganancias futuras que en cualquier otro momento desde enero del 2001 debido a un mercado laboral robusto y a un repunte económico.
Los consumidores estaban levemente más pesimistas sobre las perspectivas de la economía alemana, pero continuaron confiados en que ésta ya ha salido de un período de debilidad y que ahora se acelerará.
La economía germana, que tuvo un notable desempeño durante el comienzo de la crisis de la zona euro, se debilitó en los últimos dos años y en el 2013 anotó su crecimiento más lento desde la crisis financiera global.