El Gobierno de Suecia anunció hoy que las autoridades chinas han confirmado que el activista sueco de origen chino Gui Minhai, el único de los libreros hongkoneses desaparecidos en 2015 que permanecía retenido, ha sido liberado.

"Hemos recibido el mensaje de las autoridades chinas, pero es importante que tengamos más información. Hay ciertas cosas que necesitamos averiguar", declaró a la televisión pública SVT Patric Nilsson, portavoz del Ministerio de Exteriores.

En un mensaje difundido en la red social Twitter, la titular sueca de Exteriores, la socialdemócrata Margot Wallström, dio la "bienvenida" a la noticia, aunque resaltó la necesidad de obtener de China "mayor clarificación" sobre el caso.

La hija del librero, Angela Gui, explicó en un comunicado difundido en su cuenta en esa misma red, que el Ministerio de Exteriores chino informó a Suecia hace dos semanas de que el activista sería liberado el día 17 tras cumplir una condena por un presunto delito de circulación, pero que desde entonces no tienen noticias suyas.

"Al recibir la noticia de su inminente liberación, la embajada envió personal al lugar donde dicen que mi padre estaba retenido y donde ya había sido visitado en tres ocasiones con anterioridad. Pero cuando llegaron el 17 por la mañana, un funcionario les dijo que había sido liberado a medianoche", señaló Angela Gui.

Ni la Embajada sueca ni la familia han sido contactados por Gui, denunció su hija, quien asegura que el Consulado sueco en Shanghai recibió ayer "una extraña llamada" de alguien que decía ser el librero, anunciando que pediría un pasaporte sueco en uno o dos meses pero que antes quería pasar tiempo con su madre enferma.

"Hasta donde yo sé, mi abuela no está enferma. De hecho, mi padre no está con ella, aún no está claro dónde está. Estoy muy preocupada por su bienestar", aseguró en el comunicado.

Gui Minhai desapareció en octubre de 2015 en Tailandia y no se supo nada de él hasta que, en enero del año siguiente, anunció en un mensaje televisivo que había vuelto a China para asumir su responsabilidad por la muerte de una joven a la que supuestamente atropelló en una ciudad china en 2003.

Gui se encontraba estudiando en Suecia cuando ocurrió la masacre de Tiananmen en 1989, lo que le permitió obtener más tarde la ciudadanía de este país escandinavo.

El activista hongkonés es el fundador de una editorial que publicaba libros sobre la vida privada de los líderes y los entresijos del Partido Comunista chino (PCCh), que están prohibidos en el continente pero se permiten en Hong Kong.