El capitán del ferry surcoreano naufragado hace tres días con 475 personas a bordo, de las cuales 28 murieron y 268 siguen desaparecidas, fue arrestado el sábado, informó la agencia de prensa Yonhap.
Lee Joon-Seok, de 52 años, se enfrenta a cinco cargos, incluyendo negligencia del deber y la violación del derecho marítimo, indicó la agencia.
La agencia Yonhap informó que un tribunal local en Mokpo presentó los cargos en contra del capitán y de otros dos miembros de la tripulación, ante la posibilidad de que huyan.
La Fiscalía de Corea del Sur había solicitado más temprano la orden de arresto contra el capitán y dos miembros de la tripulación por presuntamente abandonar el barco sin asegurar la puesta a salvo de los pasajeros.
Los fiscales creen que tanto el capitán, Lee Jun-seok, de 69 años, como los dos tripulantes violaron la ley al ser evacuados en los primeros momentos del rescate sin atender a la seguridad de la mayoría de los 475 pasajeros.
Entre los otros miembros de la tripulación con orden de captura se encuentra la tercera oficial, de 26 años e identificada por su apellido Park, que según las investigaciones llevaba el timón en el momento en el que se produjo el accidente.
La cesión del mando del capitán a la tercera oficial también violaría las normas marítimas, que requieren primeros o segundos oficiales para pilotar barcos de más de 3.000 toneladas (el Sewol supera las 6.800).
Se cree que el transbordador varió la ruta marcada por el Gobierno y realizó un cambio de dirección brusco en lugar de girar de forma gradual, lo que habría desplazado la carga y provocado su vuelco, aunque esta hipótesis no está demostrada.
Sobre el capitán también recaen otras sospechas como la de haber ordenado a los pasajeros permanecer sentados durante la primera media hora tras escucharse una colisión, según testimonios de supervivientes, lo que habría retrasado la evacuación e impedido salvar más vidas.
Mientras continúan las tareas de rescate, los datos oficiales contabilizan 179 rescatados con vida, 28 muertos confirmados y 268 desaparecidos, la mayoría jóvenes estudiantes de 16 y 17 años, que se presume están atrapados dentro del barco con escasas posibilidades de sobrevivir.