El dirigente más viejo del mundo, el Presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, cumplió hoy 86 años sin dar ninguna muestra de querer abandonar el puesto que ocupa desde 1980, año en que el país africano consiguió la independencia.

El mandatario, al que se acusa de numerosas violaciones de los derechos humanos, festejará su cumpleaños el próximo sábado con grandes celebraciones populares, para lo cual los organizadores ya han conseguido recaudar más de US$ 300 mil dólares de los US$ 500 mil que dicen necesitar.

Esta semana, la Unión Europea (UE) prolongó  hasta 2011 las sanciones impuestas a Zimbabwe, como el embargo de armas o el cese de la ayuda al desarrollo.

La razón dada para esto es la falta de progreso en el gobierno de unidad de Zimbabwe, mientras que otros países occidentales han afirmado que quieren ver reformas genuinas y democráticas antes de anular las restricciones.

A pesar de que desde hace más de un año existe un gobierno de unidad nacional en el que el líder de la oposición, Morgan Tsvangirai, actúa como primer ministro, Mugabe casi no ha cedido competencias, por lo que el premier acusa al mandatario  de no cumplir todos los aspectos del Acuerdo Político Global.

Mugabe, afirmó ayer que su partido, la Unión Nacional Africana de Zimbabwe Frente Patriótico (ZANUPF), no abandonará el Gobierno de unidad que compone con el Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) a pesar de las diferencias entre las dos formaciones.

"Desde nuestro punto de vista, sería estúpido (no cumplir con el contrato)", dijo el jefe de gobierno.

El Rey saudí Abdullah, seis meses más joven que Mugabe, es el segundo dirigente más viejo del mundo.