Llevaban años distanciados. Pero finalmente este jueves se concretó lo que hace rato se venía especulando: el gobierno de Donald Trump anunció que Estados Unidos decidió abandonar la Organización para la Educación, la Cultura y la Ciencia de la ONU (Unesco), en un fuerte golpe para el organismo. "Esta decisión no se tomó a la ligera y refleja las preocupaciones de Estados Unidos con los crecientes atrasos en los pagos en la Unesco, la necesidad de una reforma fundamental en la organización y la continua tendencia anti-Israel", señaló la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
Desde el organismo, calificaron el retiro de Estados Unidos como una "pérdida para el multilateralismo". "En el momento en que la lucha contra el extremismo violento pide una inversión renovada en educación y en diálogo intercultural para prevenir el odio, es profundamente lamentable que EE.UU. se retire de la agencia de la ONU que se ocupa de estos asuntos", sostuvo Irina Bokova, directora general de Unesco, quien dejará su cargo en noviembre.
Estados Unidos ya había abandonado el organismo en 1984 bajo la administración de Ronald Reagan, quien calificó a la agencia de "corrupta", "mal administrada" y de estar "politizada" en el contexto de la Guerra Fría. Sin embargo, en 2003, George W. Bush volvió a integrarse.
Pero más tarde, en 2011, estalló el primer gran quiebre entre ambas partes. Estados Unidos dejó de pagar su contribución a la Unesco, bajo el mandato de Barack Obama, luego de que el organismo reconociera a Palestina como miembro.
En 2016, EE.UU. también se mostró contrario a la resolución de la Unesco que ignora los vínculos del judaísmo con la Explanada de las Mezquitas (para los musulmanes) o el Monte del Templo (para los judíos) en Jerusalén. En ese momento, Israel anunció la suspensión de todas sus actividades con la Unesco.
El quiebre final, también marcado por el conflicto en Medio Oriente, tuvo lugar en julio pasado, cuando la Unesco declaró el casco histórico de la ciudad de Hebrón como patrimonio mundial de Palestina.
Como consecuencia de las acciones de la Unesco y poco después del anuncio de Washington, Israel también anunció que abandonará el organismo. "He instruido al Ministerio de Relaciones Exteriores para que prepare la retirada de Israel de la Unesco en paralelo con Estados Unidos", señaló el primer ministro Benjamin Netanyahu. El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, manifestó que la salida de Estados Unidos era una prueba de que las "resoluciones absurdas y vergonzosas contra Israel tienen consecuencias", y aseguró que "hoy es un nuevo día en la ONU donde hay un precio que pagar por la discriminación contra Israel".
La salida de Estados Unidos entrará en vigor el 31 de diciembre de 2018, sin embargo, permanecerá en el organismo como Estado observador. Washington también manifestó su deseo de seguir colaborando en la protección del patrimonio mundial, la libertad de prensa, la colaboración científica y la educación. Se estima que EE.UU. le debe a la Unesco US$ 550 millones.
La decisión del gobierno de Trump se habría tomado hace varias semanas, según Foreign Policy, durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Sin embargo, se estaba a la espera del cambio de liderazgo en el organismo.Pero todo se adelantó.