En un ícono turístico a nivel nacional se ha convertido el Valle de Huasco, en la Tercera Región. Si bien Freirina y Alto del Carmen se presentaban en el pasado como atractivos naturales, por la fama de sus olivos, los megaproyectos han terminado en la agenda pública. A ello se suma la escasez de agua, ya que las abundantes lluvias de la semana pasada no lograron reparar los cerca de siete años de sequía que afectan a esa zona y también a la IV Región.

Vecinos  acostumbrados al apacible ritmo de regiones se han movilizado frente a iniciativas como la planta de cerdos de Agrosuper,  la termoeléctrica Punta Alcalde  o las mineras Los Morros y Pascua Lama.

De hecho, esta semana el Tribunal Ambiental de Santiago falló en favor del proyecto, ya que no se pudo acreditar daño en tres glaciares cordilleranos, luego de un recurso presentado por gente del Valle del Huasco.

"La única compensación que queremos es que la empresa se vaya y no vamos a descansar hasta lograrlo", Así de enfático es Rubén Cruz, vocero de la Asamblea por el Huasco Alto. La acción ciudadana, dice el dirigente, ha sido proporcional al impacto que a su juicio generan los proyectos. "Se explica porque tenemos una comunidad muy empoderada, pero también por los efectos que son muy tangibles y obvios: la planta de Agrosuper nos tenía con olor asqueroso y Pascua  Lama se puso  a menos de 1 km de los glaciares que nos nutren  de agua. Ya estamos saturados con  cinco termoeléctricas en el puerto de Huasco  y más encima toda la cordillera está pedida para la minería. Son razones más que suficientes para estar en alerta. Peleamos por un derecho humano básico, el agua", señala.

Lo anterior se suma a una inédita sanción a la minera Caserones, ubicada más al norte de Pascua Lama, en la comuna de Tierra Amarilla,  pero en la misma zona de influencia: la cordillera de Atacama. La contaminación de las aguas subterráneas fue multada por la Superintendencia de Medio Ambiente con $ 7.620 millones, la segunda sanción más alta de la historia y una señal clara desde el gobierno.

La lucha por el agua contra Caserones unió a collas, pequeños agricultores y a los vecinos urbanos, pero también a grandes exportadores del Valle de Copiapó. Sus habitantes comparten, además, el polvo de relaves que se levanta desde las  tortas  (de diversas mineras), localizadas a pasos de las casas, en el poblado de Tierra Amarilla.

Sólo un poco más al sur, en la IV Región, los habitantes de Caimanes aún celebran la decisión de la Corte Suprema -y ratificada por el Juzgado de Los Vilos-  de demoler la cortina del megatranque de relaves de Los Pelambres. El resultado de más de una década de acciones de parte de los caimaninos plantea un giro, según los ambientalistas. "En 2009, los comuneros estuvieron 91 días en huelga de hambre; eso nadie lo cubrió, porque no era noticia. Tuvieron que pasar seis años para llegar a este punto, en que una Corte Suprema falla en favor de la comunidad, sentando un precedente de ahora en adelante", sostiene Rodrigo Faúndez, del Movimiento por la Recuperación del Agua y la vida (Modatima).

EFECTO DOMINÓ

Pese a que las acciones legales en el último fallo que afectó a Los Pelambres no tuvieron origen en las organizaciones medioambientales, sí se acogieron las consecuencias ambientales. "Vemos ahora que un tribunal de letras y la Primera Sala de la Corte Suprema, que no ve los temas ambientales, sí están tomando decisiones que tienen una  implicancia ambiental, lo que demuestra un cambio y un avance importante en materia preventiva", sostuvo  Lucio Cuenca, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (Olca).

A este cambio de enfoque se suma el creciente número de denuncias. El Mapa de Conflictos por el Agua en Chile, que recopila la Fundación Agua que Has de Beber, da cuenta de al menos  47 casos. "Tenemos la certeza de que existen muchos más a lo largo del país, lamentablemente la mayoría se encuentran muy atomizadas, en  localidades rurales precarizadas, lo que dificulta llegar a ellas", dice Cristián Frene, director de la fundación. Lo que  sí es claro, puntualiza, "es que todo conflicto identificado estará vinculado, de una u otra forma, al agua, elemento común en todos los ciclos productivos, por lo que las denuncias están creciendo".

EXPANSIÓN DE DENUNCIAS

Si bien algunas comunidades han sido favorecidas, la mayoría sigue en lentos procesos judiciales, al mismo tiempo que nuevos proyectos avanzan en su tramitación. En Puelo, comuna de Cochamó (X Región), la Corte Suprema rechazó el recurso de protección interpuesto por las comunidades.  Señalan que se aprobó "entre gallos y medianoche" y sólo  un día antes del fin del gobierno anterior. "Sin embargo, presentamos un recurso de reclamación, el que aún no ha visto el pleno de ministros de la corte", indicó Carolina Fuentes, directora ejecutiva de la Corporación Puelo Patagonia.

En otros puntos en conflicto, la gente ha ido cambiando de postura. En el caso de la Central Neltume, en Panguipulli (Los Ríos), uno de los atractivos turísticos más visitados del país y capital del destino Siete Lagos. Pese a que  la empresa tuvo apoyo en un inicio, "hoy la gente se ha dado cuenta de que el proyecto no es lo que se prometió hace cuatro años", comenta Edgardo Berrocal, locutor de la radio local. "La gente teme que bajen los niveles del lago Perihueico y Neltume, lo que puede afectar al turismo. Aquí se vivió de la madera, pero ahora  nuestro principal rubro, que es el turismo, está en jaque", plantea Berrocal.