Congestión vehicular en calles y carreteras, además de altos niveles de contaminación ambiental son algunos de los impactos que tendrá el fuerte crecimiento del parque automotor en el país. Esto lleva a que la autoridad enfrente desafíos en cuanto a infraestructura y regulación para absorber los altos flujos en las ciudades.

El aumento del uso del automóvil es visto como natural en economías en desarrollo, plantean los expertos, pero también se advierte que puede haber un deterioro en la calidad de vida de las personas. El ex ministro de Transportes e investigador de la U. de Chile Andrés Gómez-Lobo dijo que los niveles de congestión en las grandes urbes son "crecientes, lo que implica que hay un aumento en los tiempos de viaje". Precisa que el aumento de los vehículos particulares afecta al transporte público, pues con los "tacos" que forman bajan las velocidades de los microbuses, lo que lleva a que los viajes sean extensos y que las personas sigan optando por su propio automóvil.

Una de las ideas que han barajado distintos gobiernos es la aplicación de nuevas herramientas de control, como la tarificación vial, es decir, un pago por circular en ciertas zonas de la ciudad. "En algunos países se ha planteado que los conductores lo rechazarán, pero por ejemplo, en Estocolmo se ha ido aceptando con éxito por el bien de la ciudad", añade el ex ministro.

¿Está preparada la infraestructura para recibir tal cantidad de vehículos? Franco Basso, investigador del Observatorio de Movilidad de la U. Diego Portales, sostiene que existe la denominada "demanda inducida", lo que implica que si el estándar vial es bueno, las personas optan por utilizar sus vehículos de forma permanente. "Llegan cada vez más automóviles", dice.

Agrega que se requiere una fuerte mejora de la infraestructura de las carreteras interurbanas, como de la Ruta 68, donde el Año Nuevo recién pasado se produjeron "tacos" de hasta cinco horas para unir ambos destinos. Así, la concesionaria Rutas del Pacífico ha planteado que se debe invertir en nuevas pistas y puentes para absorber los flujos.

Contaminación

Uno de los efectos más peligrosos del aumento del parque es el incremento del material particulado fino (MP 2,5), el esmog más dañino para la salud de la población. Por ello, el Ministerio de Medio Ambiente anunció que en el marco del Plan de Descontaminación por PM 2,5 de la Región Metropolitana, este invierno habrá restricción permanente a dos dígitos de automóviles catalíticos fabricados a partir de 2012. Esto quiere decir que un millón 90 mil vehículos son susceptibles de ser afectados durante el invierno.

A juicio de la Asociación Nacional Automotriz, los vehículos que están ingresando al país cumplen con la norma Euro V y, en muchos casos, ya están comercializándose con estándares superiores, como el Euro VI. Sin embargo, aclara que el parque en Chile es similar al de la Unión Europea, donde el 60% tiene hasta 10 años de antigüedad.

Una economía floreciente también supone que más automóviles comerciales -como las plataformas Uber y Cabify- salgan a las calles. Por ello, Basso añade que la congestión y las emisiones sólo se podrían reducir si las personas optan por el transporte público, en vez de utilizar esos servicios.