La decisión del gobierno de Barack Obama de otorgar una visa a la hija del presidente cubano Raúl Castro para asistir a una conferencia en San Francisco, provocó una ola de protestas por parte de congresistas demócratas de Florida.

"Permitir a la hija de Raúl que venga a Estados Unidos cuando el régimen todavía mantiene prisionero a (el estadounidense) Alan Gross no tiene sentido", afirmó el senador Bill Nelson. Gross está detenido en Cuba acusado de ser un espía norteamericano.

Tanto Nelson como la presidenta del Comité Nacional Demócrata (DNC), Debbie Wasserman Schultz, reaccionaron poco después que los republicanos criticaran duramente la decisión de otorgar la visa a Mariela Castro.

Sin embargo, el gobierno del presidente republicano George W. Bush permitió a Mariela Castro visitar tres veces Estados Unidos hace una década, consigna Ansa.

Estas declaraciones de los demócratas se sumaron a las del aspirante republicano a la presidencia Mitt Romney, quien dijo en las últimas horas estar "sumamente alarmado" por la visa "a la hija del dictador" cubano Raúl Castro. La mujer, activista de los derechos de los homosexuales, asistirá junto a otros 60 académicos cubanos a la conferencia sobre América Latina.

"No debemos de estar extendiéndole una mano a un régimen dedicado a la  sistemática y flagrante privación de los derechos humanos", dijo Romney en un  comunicado.