Con el rechazo de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (Anef) y la advertencia de que considerarán la votación de los legisladores en las próximas elecciones, el Congreso despachó ayer el proyecto de reajuste del sector público, fijado en 4,5%.
A partir del 1 de diciembre, más de medio millón de funcionarios del Estado recibirán este aumento y otros beneficios (ver recuadro), además de dos bonos especiales: uno se pagará el próximo mes y otro en enero de 2010. Quienes tengan rentas iguales e inferiores a $ 497.760 recibirán $ 125 mil cada vez, y quienes superen ese salario y no excedan de $ 1.672.889 obtendrán $ 75 mil, cada vez.
Al término de la votación, el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, manifestó que "con sensatez, diálogo y prudencia se puede y llegamos a un reajuste que es bueno y justo" y llamó a los funcionarios del sector público a deponer el paro.
Además, recalcó que es el mayor reajuste en términos reales desde 1990, reforzando los dichos de la ministra secretaria general de la Presidencia, Carolina Tohá, quien en la mañana explicó que si bien "la cifra nominal puede verse menor que la de otros años, porque es un 4,5% y el año pasado fue un 10%", en términos reales el incremento es mayor este año dado que la inflación será negativa (ver gráfico). En efecto, como en 2008 la inflación llegó a 7,1% el aumento del poder adquisitivo real de los trabajadores del sector público fue de 2,9% y este año, como se espera un IPC de -0,8%, su incremento sería de 5,3%.
"De todos los años desde que se recuperó la democracia, nunca se había dado un reajuste que significara un mejoramiento tan alto en el poder adquisitivo de los funcionarios públicos", destacó la vocera.
¿DONACION?
Frente a la posibilidad de que este año los ministros donen su reajuste como ocurrió en 2008, Velasco afirmó: "acabamos de aprobar este proyecto hace cinco minutos. Estoy pensando en el proyecto de ley, otros temas los pensaremos con más calma".
Tras el despacho de la iniciativa se espera que hoy los trabajadores del sector público depongan su paralización, tras los llamados efectuados desde distintos sectores.
Mientras la Conferencia Episcopal dijo a través de un comunicado que "no se puede jugar con la salud de los más pobres" y la ministra del Trabajo, Claudia Serrano, instó a la Anef a terminar con la movilización, el presidente de la CPC, Rafael Guilisasti señaló que "no basta con presiones para obtener los recursos. Tiene que haber equilibrio entre las demandas y el espacio de pago que tiene el gobierno".