Las recientes obras realizadas por la Cámara de Diputados en uno de los patios interiores del Congreso podrían tener efecto indirecto para facilitar el cambio del sistema electoral binominal.
Si bien las nuevas dependencias estaban destinadas para una nueva cafetería y nuevos salones para comisiones, permitieron a la Cámara descomprimir el hacinamiento de algunas de sus reparticiones.
Esta inversión, que estaba planificada desde el 2012, abre la posibilidad de que la torre oriente del Congreso, donde los diputados tienen sus oficinas, tenga una mayor disponibilidad de espacio para acoger a más parlamentarios.
Hoy, la torre tiene disponibilidad para 137 oficinas, pero con los trabajos realizados a fines de 2013 e inicios de este año, los despachos para diputados podrían subir a 161.
En el hemiciclo de la Cámara, en tanto, hay 141 escaños instalados, pero en el lugar hay espacio suficiente para colocar 13 pupitres adicionales.
Si bien en el pasado el aumento de parlamentarios implicaba un problema de espacio en la Cámara, autoridades del Congreso dicen que ese tema ya no existe y no se necesitarían más recursos, al menos, para nueva infraestructura.
En el caso del Senado existe mayor holgura para acoger a nuevos legisladores. En 1990, el Congreso ya funcionaba en Valparaíso y en esos años había 47 senadores. Con Augusto Pinochet y Eduardo Frei, quienes fueron por un tiempo senadores vitalicios, llegaron a ser 49. En la reforma de 2005 fueron eliminados los legisladores institucionales, llamados "designados", pero los cupos quedaron en términos de oficinas y escaños en el hemiciclo.