El Congreso del estado mexicano de Guerrero revocó hoy el mandato del alcalde de Iguala, José Luis Abarca, buscado por su presunta responsabilidad en los hechos violentos del 26 de septiembre pasado.

Con 39 votos a favor, el legislativo estatal dio luz verde a la separación de Abarca del cargo al considerar que incurrió en omisión al no proteger a los estudiantes de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa, que fueron atacados a tiros por policías municipales.

Esa noche del 26 de septiembre murieron seis personas, incluidos tres estudiantes y un futbolista menor de edad, 25 resultaron heridas y 43 jóvenes desaparecieron tras haber sido detenidos por policías y entregados al cártel Guerreros Unidos, según declaraciones de varios detenidos.

La sesión legislativa se llevó a cabo durante la madrugada en Chilpancingo, la capital de Guerrero, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad después de que el lunes pasado los alumnos de la Normal arremetieran contra varias sedes oficiales, incluido el Palacio de Gobierno.

Ya sin mandato, la fiscalía estatal podrá detener a Abarca, sobre quien ya pesa una orden de aprehensión por los hechos del 26 de septiembre.

El político del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), en paradero desconocido desde finales de septiembre pasado, es señalado además de tener nexos con el crimen organizado.

Antes de huir junto con su esposa, María de los Ángeles Pineda, Abarca ofreció varias entrevistas el 29 de septiembre en las que dijo no haberse enterado de los "decesos de algunas personas" sino hasta que las redes sociales y los medios de comunicación lo informaron.

Entonces aseguró que había dado la orden a su secretario de Seguridad, Felipe Flores, quien también está prófugo de la justicia, de que vigilaran a los estudiantes -a los que acusó de realizar disturbios-, pero que "no tocaran a nadie".

Según el ahora ex alcalde, los alumnos llegaron esa noche a la plaza central de Iguala cuando terminaba una fiesta realizada con motivo de la presentación del informe de labores de su esposa al frente de la institución encargada de la protección de la familia.

Miles de estudiantes, maestros y familiares de los desaparecidos marcharán este viernes por el puerto de Acapulco para exigir el regreso a casa de los jóvenes cuando se cumplen tres semanas de esa noche violenta.