Ollanta Humala acaba de iniciar su penúltimo año de gobierno, pero hasta ahora sólo ha recibido malas noticias, con la excepción de un leve repunte de su popularidad, pero aún bajo el 30%. El presidente peruano recibió ayer una nueva derrota política después de que el Congreso decidió abstenerse por segunda vez en el voto de confianza que debía darle a la primera ministra Ana Jara.
En vez de confirmar a la jefa de gabinete, el Legislativo peruano decidió aplazar la votación para la próxima semana, lo que constituye un serio revés no sólo para Jara -figura muy cercana a la primera dama, Nadine Heredia-, sino que también para el propio Humala.
Hasta ahora, el Congreso ha realizado dos sesiones para confirmar a Jara (miércoles y viernes), pero en ninguna de éstas ella ha logrado el voto de confianza necesario para desarrollar su cargo. En vista de que el oficialismo no iba a lograr los votos necesarios para la confirmación de Jara, se optó por la alternativa de posponer la tercera votación, por 75 sufragios contra 30.
Se espera que el asunto se resuelva el lunes. Pero no será nada de fácil. Actualmente, la alianza humalista Gana Perú tiene 36 de los 130 escaños del Congreso, pero cuenta con sus aliados de Perú Posible (11), el partido del ex Presidente Alejandro Toledo.
El problema es que la oposición controla parte importante del Parlamento: los fujimoristas tienen 36 escaños y los apristas nueve, sin ir más lejos.
Los congresistas opositores han advertido que el gobierno tiene que escuchar "el mensaje" que le están dando desde el Legislativo o de lo contrario no le entregarán el voto de confianza a Jara. Si es que la primera ministra no consigue apoyo en una tercera votación (requiere mayoría simple), debe presentarle su renuncia a Humala, aunque algunos expertos sostienen que podría haber otra instancia.
Jara es la sexta premier de Humala en tres años de gestión, todo un "récord". Se espera que durante el fin de semana se lleven a cabo tensas negociaciones para resolver este problema, que se suma a una serie de reveses para el presidente, como una economía a la baja, disputas con su propio partido y cuestionamientos por la inseguridad.
"CAMBIOS CONCRETOS"
Parte de la oposición acusó a Jara de ser muy soberbia durante su discurso ante el Congreso, razón por la cual se abstuvo a manera de "primer castigo". La oposición, especialmente los partidos Fuerza Popular, Aprista Peruano y Popular Cristiano, le han exigido al Ejecutivo "cambios concretos".
El primer problema a resolver es el caso del ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga, a quien acusan de ser un "lobbista" al servicio de mineras privadas. Algunos congresistas quieren que Humala les ofrezca su cabeza a cambio del apoyo a Jara. También pretenden que dimita el ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, clave en la nomenclatura humalista, a quien acusan por la desaceleración del crecimiento. Este año se espera que Perú tenga un crecimiento económico de 4%.
Además, algunos sectores han pedido la salida del ministro de Defensa, Pedro Cateriano, y también que se dé pie atrás a la idea de postular a la Secretaría General de OEA al ex canciller Diego García Sayán.
Para el gobierno, Jara es clave. La ex ministra de Trabajo incluso ha sonado como la carta presidencial del humalismo en 2016, ante la imposibilidad de que pueda postular Nadine Heredia. Jara ha sido una de las colaboradoras más leales de la primera dama.
Tanto así que en su momento se convirtió en su vocera, tanto para levantar como desmentir una eventual aventura presidencial. Jara, de 46 años, llegó al gabinete en diciembre de 2011, cuando asumió el Ministerio de la Mujer. De los primeros ministros de Humala, sólo René Cornejo fue confirmado en una tercera consulta.