"¿Hay alguna objeción?", preguntó Xi Jinping. "¡Meiyou!" ("¡No hay!"), le respondieron, en cada ocasión, los miembros del Comité Permanente del Partido Comunista de China (PCCh), el órgano en que reside el poder en el gigante asiático. Y es que el XIX Congreso Nacional del partido concluyó con la entronización de su secretario general y Presidente del país al nivel de los máximos líderes históricos de la República Popular, Mao Zedong y Deng Xiaoping, lo que consolida el poder de Xi antes de un segundo período en el cargo.
Congregados en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, los 2.300 delegados del XIX Congreso aprobaron por unanimidad la inclusión en los estatutos del PCCh del "pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con característica chinas para la nueva era". Un concepto que constituye una "guía de acción" para el partido más grande del mundo, con casi 90 millones de afiliados.
La fraseología completa de las contribuciones del líder chino, estructuradas en 14 puntos primarios a los cuales el partido debe "adherir" desarrollándolas, incluye el liderazgo "absoluto" del partido sobre el Ejército, el objetivo de continuar la lucha contra la corrupción, la iniciativa "Cinturón y Ruta de la Seda" de Xi, las reformas en suministros, y potenciar el "rol decisivo" de las fuerzas del mercado en la distribución de los recursos.
Así, la "teoría de Xi" pasará a estudiarse en los libros de texto chinos para los escolares de 10-11 años.
Ningún otro líder desde Mao ha tenido una ideología con su nombre incluida en el documento constituyente mientras estaba en el cargo. Incluso la terminología fue cuidadosamente elegida: el término "pensamiento" ("sixiang" en mandarín) es el mismo utilizado para el aporte de Mao, segundo pilar institucional después del marxismo-leninismo, la fuente primaria.
El nombre de Deng se añadió en los estatutos del PCCh después de su muerte en 1997. En tanto, los dos antecesores inmediatos de Xi (Jiang Zemin y Hu Jintao), también tienen teorías incluidas, aunque sus nombres no figuran y se aprobaron cuando ambos ya se retiraban del poder, una muestra de la mayor influencia política que ha amasado el actual mandatario.
"Esto confiere a Xi una autoridad extraordinaria (...). Tendrá un estatuto similar al de Gran Timonel, que era el de Mao" Zedong, dijo a France Presse Willy Lam, profesor de política de la Universidad China de Hong Kong. "Esto le permitiría ser como Mao, líder de por vida mientras conserve su salud", agregó el académico.
"La tradición en China estipula que el emperador es al mismo tiempo el profesor, el inspirador. Xi llega a serlo al terminar su primer mandato. Es raro en nuestra historia", comentó a AFP el politólogo chino Hu Xingdu. "Es la coronación del emperador Xi", agrega el profesor Nick Bisley, experto en Asia en la Universidad La Trobe de Australia, en declaraciones a la revista Time. Sin embargo, "no es fácil comparar" a Mao y a Xi, concede Xie Chuntao, director de historia de la Escuela Central del Partido.
"Xi es más un líder de estilo de hombre fuerte, que está ansioso por poner su propio sello personal en las cosas y tener iniciativas de política asociadas con él, que un hombre de comité, de primero entre iguales", explica a La Tercera Jeff Wasserstrom, experto en China de Universidad de California, en Irvine.
Confirmando el análisis de Wasserstrom y en una intervención de tono triunfalista, Xi recalcó que "nuestro partido muestra un liderazgo fuerte, firme y dinámico. Nuestro sistema socialista demuestra gran fuerza y vitalidad".
El XIX Congreso del PCCh también votó un nuevo Comité Central de 204 miembros, tras lo cual se anunciaría el nuevo Politburó, de 25 integrantes. Sin embargo, habrá que esperar hasta este miércoles para que se conozcan los miembros del Comité Permanente del Politburó, el grupo de siete hombres que realmente controlan los destinos de China. Ahí se da por descontada la continuidad de Xi y del primer ministro, Li Keqiang, si bien el poderoso Wang Qishan (ver recuadro) y los otros cuatro integrantes estarán fuera por motivos de edad, tras no ser elegidos para el Comité Central.
Si se nombra a los allegados de Xi, esto querrá decir que "tendrá el control total del Comité Permanente del Politburó político", estimó Willy Lam. Pero para Bill Bishop, autor del boletín Sinocism China, el recambio de este miércoles sería sobre todo cosmético para Xi. "Con su nombre en los estatutos del Partido, el tema de la sucesión ya casi no se plantea", comentó. "Mientras viva será él el que tomará las decisiones", concluyó.