El déficit presupuestal estadounidense llegará a un nuevo récord de casi US$1,5 billones este año, según un nuevo cálculo de la Oficina Presupuestaria del Congreso, una agencia independiente.
Las cifras superan estimaciones anteriores, porque el Congreso y el presidente Barack Obama acordaron en diciembre nuevas leyes que extenderán los recortes impositivos creados durante el gobierno de George W. Bush, que debían expirar.
El nuevo cálculo no hará más que contribuir al furioso debate sobre la reducción del gasto y una iniciativa a punto de ser debatida en el Congreso que permitiría al gobierno pedir más dinero prestado.
La oficina presupuestaria pronosticó que el déficit caerá a US$1,1 billones el año próximo.
El paquete aprobado en diciembre extendió los recortes de impuestos y los subsidios por desempleo a quienes llevan mucho tiempo sin trabajo y recortó en 2% los impuestos a los empleadores. Agregó US$400.000 millones al déficit de este año.