La reforma de la legislación sobre el aborto que promueve el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero sorteó hoy un obstáculo en el Congreso de los Diputados, donde la minoritaria Unión del Pueblo Navarro (UPN) había presentado una moción para posponer su tramitación y seguir debatiendo.
Al rechazo del Partido Socialista (PSOE) a esa moción se unió el Partido Nacionalista Vasco (PNV), así como los partidos de izquierda Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Izquierda Unida (IU) e Iniciativa per Catalanya Verds (ICV).
El Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy votó a favor de frenar la tramitación de la reforma para, según proponía UPN, permitir la "reflexión sosegada y el enriquecedor debate social multidisciplinar que este tema merece".
La reforma de la ley del aborto pretende despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo y establecer una ley de plazos por la que la mujer pueda abortar libremente, sin tener que alegar motivos, hasta la semana 14 de embarazo. La Iglesia católica y los sectores conservadores, entre ellos el PP, se oponen a ello.
Uno de los puntos más polémicos es el hecho de que las jóvenes puedan decidir abortar sin el consentimiento de sus padres desde los 16 años.
La normativa vigente desde 1985 y que rige actualmente en España despenaliza el aborto sólo en tres casos: riesgo para la salud física o psíquica de la madre, supuesto para el que no hay plazos siempre que haya aval de un dictamen médico; violación, en las primeras 12 semanas gestación; y malformación del feto durante las primeras 22 semanas de gestación.
La futura ley trata de dar coherencia al marco jurídico y evitar intervenciones clandestinas, según el gobierno. En un país que en 2007 registró 112.000 abortos, la mayor parte realizados en clínicas privadas, el supuesto de riesgo para la salud psíquica de la madre se había convertido en un "coladero", alegó.