El 17 de marzo se dará el puntapié inicial a una nueva categoría de fútbol profesional chileno: la Segunda División. Así lo confirmó el Consejo de Presidentes de la ANFP, que a su vez ratificó el la inclusión de Copiapó, Iberia, Fernández Vial, Osorno, Melipilla y Deportes Temuco como nuevos clubes del balompié rentado.
Tema aparte fue la polémica que se desató en la Novena Región con el ingreso de Deportes Temuco, puesto que su club coterráneo, Unión Temuco, rechazaba de plano esta opción, apelando que el estatuto no permite la coexistencia de dos clubes de la misma ciudad en el profesionalismo.
Zanjado este asunto, ahora sólo queda esperar el inicio de la competencia. Además de los equipos nuevos, cinco instituciones de Primera División sumarán escuadras filiales al torneo. Se trata de Colo Colo, Unión Española, Unión San Felipe, Rangers y Audax Italiano.
Junto con esta composición de la nueva categoría del balompié nacional, se eligió el sistema de torneo que regirá esta serie, la cual entregará un cupo para la Primera B. Primero, los 11 equipos jugarán todos entre sí en una sola rueda. Aquí, se enfrentarán todos los equipos miembros de la Segunda División.
Luego, la categoría se dividirá en dos grupos: filiales y, por otro lado, los clubes profesionales. Ambos grupos poseerán su puntaje por separado, el cual será dividido por dos.
Entre los clubes profesionales, los dos mejores de esta fase grupal clasificarán de forma inmediata a semifinales de la Segunda División, dónde deberán enfrentarse con los dos mejores colocados de la Tercera División del fútbol chileno (clubes pertenecientes a la ANFA).
En partidos cruzados, el campeón de esta serie accederá a la división superior al año siguiente. El segundo colocado, deberá jugar contra el antepenúltimo colocado de Primera B.
Un dato importante es que, por ser clubes amateurs, si los equipos de Tercera no logran el acceso directo a Primera B por medio de estos playoffs, permanecerán en aquella división, ya que la exigencia para pertenecer a la Segunda División es ser una entidad profesional.
En el caso de las filiales, su opción se ascender se bloquea automáticamente por ser parte de un equipo que ya disputa la categoría de honor.
Así se pone en marcha uno de los proyectos emblemáticos de la actual administración de la ANFP.