Gerardo Martino es otro reconocido admirador de Marcelo Bielsa, pero más pausado tanto en el juego de sus equipos como en el comportamiento en la cancha. Ahora llega para dirigir al Barcelona de Alexis Sánchez en un gran salto en su carrera.

Aunque no hace mucho, el "Tata" dijo que ya se podía dar por satisfecho como entrenador, tras dirigir en un Mundial (con Paraguay) y a Newell's Old Boys.

Revisa esta y otras frases que permiten conocer al nuevo entrenador del elenco catalán.

"Dirigir Argentina sería un trabajo extraordinario, pero no un sueño".

"Ahora he cumplido dos objetivos personales que me permitiría no ser más entrenador sin ningún tipo de problemas. Dirigí en un Mundial y a Newell's. No hay más sueños".

"Discrepo totalmente en que los entrenadores sean más importantes que los jugadores, de ninguna manera. Hace mucho tiempo nos han instalado a los técnicos en un lugar de demasiado privilegio"

"Si yo me tengo que poner en el rol de entrenador, diría que el fútbol argentino es de los más difíciles y competitivos del mundo. Y si me tengo que poner en el rol de espectador, diría que podría ver un partido del fútbol argentino no más de 10 minutos"

"Bielsa es mejor que yo porque explica muy bien, tiene gran capacidad para transformar en trabajo las cosas que ve y suceden en los partidos, no aburre, es entusiasta, realiza trabajos novedosos, tiene una cabeza notable. Además, marca una línea de conducta, seriedad, ética, valores difíciles de encontrar en el ambiente".

"A mí me corre sangre roja y negra" (por su fanatismo por Newell's)

"Hace casi 30 años que estoy en el ambiente y estoy seguro de que la mitad de la gente ni sabe cómo me llamo. A mi hijo le dicen Tatita".

"Por mi forma de ser, casi no grito los goles. Como jugador también era poco expresivo, muy aburrido, con poca inventiva para esas cosas. Siempre despotriqué contra los que saltan los carteles y se trepan al alambrado".

"Yo tenía mucha técnica, pero era vago, no corría. Ahora ya no se juega como yo jugaba".

"Hay que tener una postura de protagonismo, de no esperar, de agresividad para recuperar la pelota y hacerlo bien arriba. Que no haya lugar para la especulación. Si hay que defender, se defiende porque el rival te lleva, pero no producto de pensar un partido por la especulación".

"Hay una primera parte que tiene que ver con contarle al jugador cuáles son tus ideas futbolísticas, que generalmente se hace en una pretemporada. Después, cuando notas que la idea está, armar un buen grupo es fundamental".

"Lo único que me molesta como técnico es cuando no puedo captar la atención del jugador, me molesta conmigo mismo. Cuando el jugador te está comiendo con la vista, lograste lo que querías; cuando ves que bosteza o mira para el otro lado, estás listo".