A seis semanas de la convención republicana en Tampa, Florida, en la que el aspirante republicano a la presidencia de EEUU, Mitt Romney debe presentar oficialmente a su compañero de fórmula, los medios de comunicación estadounidenses ya entregan nombres de los potenciales cartas.
Se trata de un importante paso que debe dar Romney, para concentrarse en el último tramo de campaña de cara a las elecciones de noviembre. Decisión trascendental que ya se vio en las elecciones de 2008 con McCain y Sarah Palin. Romney ha intentado alejarse lo más posible de este recuerdo, e incluso, Palin no fue invitada a la última convención del partido.
Entre los principales nombres se encuentra el senador hispano por Florida, Marco Rubio. Pese a que él mismo ha descartado tener intenciones de llegar a la Casa Blanca, se trata de una de las opciones más populares entre los conservadores, habiendo incluso recibido ayuda del Tea Party para llegar a su cargo actual.
Por otro lado, podría convertirse en un candidato popular entre inmigrantes, ya que ha dicho que las personas que llegan ilegalmente a Estados Unidos deberían recibir la ciudadanía asistiendo a la universidad o uniéndose al Ejército.
Pero además de Rubio, hay un grupo importante, que destacó aún más en la prensa tras ser invitado a pasar un fin de semana junto a Romney en el Chateaux de Utah.
El grupo es liderado por Bobby Jindal, el actual gobernador de Louisiana. Se trata de un hijo de inmigrantes, que cuenta con experiencia trabajando en Washington DC., tras haberse desempeñado en el gabinete de George W. Bush.
También respondió a la convocatoria Tim Pawlenty, el gobernador de Minnesota, que trabaja con Romney y ha participado en zonas clave de la campaña, como Ohio y Pennsylvania. Además, es un cristiano evangélico de clase media, lo que apelaría a ese grupo demográfico, importante en Estados Unidos.
El ex gobernador de Florida, Jeb Bush, también asistió a la reunión de republicanos, aunque ha aclarado en varias oportunidades que no tiene intenciones de llegar a la Casa Blanca.
También es parte del grupo el representante de Wisconsin, Paul Ryan. Con 42 años y popularidad por su carisma, se trata de un candidato con el que Romney esperaría superar al actual vicepresidente Joe Biden en los debates, más por su simpatía que por su conocimiento práctico.
El senador de Ohio, Rob Portman, es uno de los nombres que más suena, gracias a su experiencia en políticas de impuestos, lo que apelaría a los estadounidenses preocupados por la economía. Aún así, él mismo ha asegurado que no tiene intenciones de dar por terminado su periodo como senador antes de lo pactado.
John Thune, el senador de Dakota del Sur, es el único entre los potenciales candidatos que confirmó que sostuvo reuniones con el equipo de Romney, incluída Beth Myers, la principal asesora del aspirante a presidente, encargada de escoger al acompañante.
Por último, la candidata más popular para la vicepresidencia, según una encuesta aplicada a los estadounidenses, es la ex Secretaria de Estado de George W. Bush, Condoleezza Rice. Su experiencia dentro del círculo cercano del ex mandatario la avala, aunque ha trascendido que el equipo de Romney tiene dudas, en cuanto ha señalado ser pro-elección en temas como el aborto. Además, la propia Rice se ha encargado de desmentir las versiones.