Alrededor del mundo, existen distintos protocolos relacionados a la mantención de animales peligrosos al interior de zoológicos, los que ahora cobran aún más relevancia, luego que ayer en el Zoológico Metropolitano, un cuidador resultara herido por un tigre, el cual fue sacrificado por el resto de los trabajadores del lugar.
En el zoológico de Woodland, ubicado en la ciudad estadounidense de Seattle, tienen un protocolo detallado con cada paso a seguir en el caso del escape de un animal peligroso. "Los visitantes son inmediatamente evacuados del área, y escoltados a edificios seguros en la zona del zoológico, con la ayuda del equipo de respuesta del zoológico", explican. Se trata de un equipo conformado por veterinarios armados con tranquilizantes, el equipo de armas de fuego del zoológico y parte de la administración del recinto.
Agregan que un escape implica un peligro mayor para el cuidador y no para los visitantes, por lo que son ellos quienes reciben un entrenamiento especial, que incluye reuniones mensuales para discutir el protocolo, entrenamiento en medidas de seguridad, reuniones semanales sobre problemas que se hayan presentado en los últimos días, y entrenamiento especial para quienes tienen contacto directo con los animales.
En el Louisville Zoo de Kentucky, en tanto, califican como animales peligrosos a los lobos, rinocerontes, pumas, leopardos de nieve, elefantes, osos polares, tapires, orangutanes, leones y tigres.
En dicho recinto, la persona a cargo del animal tiene la autorización para tomar todas las medidas pertinentes, pero como protocolo, primero debe contactarse con el mesón principal por radio, donde comenzarán con el procedimiento de emergencia.
En cuanto a los cuidadores que se encuentren en el lugar, tienen como primera obligación poner a salvo a los visitantes, y luego a ellos mismos. Además, están instruidos para mantener contacto visual con el animal el mayor tiempo posible.
El equipo de respuesta a escapes de animales peligrosos, en este caso, consiste de del director del recinto, un veterinario, un técnico veterinario y un supervisor. "Estos individuos reciben entrenamiento todos los años por parte del equipo SWAT del Departamento de Policía de Louisville, tanto en seguridad como en uso de armas de fuego".
EL CASO DE BUIN
Para el jefe de Comunicaciones de otro zoológico de la Región Metropolitana, el Buin Zoo, Gustavo Marwitz, el incidente ocurrido ayer no responde a una situación normal, en cuanto "los protocolos son muy similares para todos los zoológicos modernos". Se trata de protocolos enfocados "en que no haya contacto directo de los cuidadores con animales salvajes".
Según explica, las puertas de los animales funcionan con guillotinas, que las abren desde afuera. De esta forma, si un cuidador quiere ingresar a una de las cabinas de un animal peligroso, como un tigre, debe abrir una de las puertas de modo que el animal salga a su patio. Una vez que el animal está afuera, el cuidador cierra la puerta prohibiéndole el regreso a su dormitorio, de tal forma que él pueda ingresar y dejar el alimento sin correr peligro.