El consejo de administración de Banco Santander acordó el miércoles nombrar "por unanimidad" a Ana Patricia Botín como presidenta del banco tras el fallecimiento de su padre, Emilio Botín.
La designación de Ana Patricia Botín por parte del consejo del banco se produce después de que la comisión de nombramientos y retribuciones hiciera lo propio, según un comunicado enviado el miércoles por el banco.
Según la nota de la entidad, la comisión de nombramientos consideró que Ana Botín es "la persona más idónea dadas sus cualidades personales y profesionales, su experiencia, su trayectoria en el grupo y su unánime reconocimiento nacional e internacional".
Emilio Botín, como su abuelo y su padre lo hicieron antes, ocupaba la presidencia del Santander desde 1986, tras asumir la dirección general en 1967 y el puesto de consejero delegado en 1977.
Con una gestión extremadamente personal, Botín contribuyó a transformar la pequeña entidad financiera en uno de los grandes grupos bancarios del mundo, llevando la llama del logo del Santander por todo el mundo.
Bajo su dirección, Santander se embarcó en una vorágine de adquisiciones en la década de 1990 en Latinoamérica y se lanzó también al mercado británico con la compra de Abbey National en el 2004 por más de 9.000 millones de libras.
La decisión de que le suceda su hija puede suscitar alguna controversia, porque las dinastías bancarias han estado bajo crítica tras el escándalo que hundió al banco portugués Banco Espirito Santo, y por el que se investiga a la familia fundadora.
"Una sucesión no debería ser simplemente decir mi hija se hará cargo'", dijo un experto en gobierno de empresas de un gestor global de fondos que administra acciones de Santander, hablando a condición de anonimato.
Sin embargo, otros dicen que Ana Botín, quien ha pasado la mayor parte de los últimos 25 años en el banco, puede ofrecer una muy bienvenida continuidad.
"El asunto clave es si el control familiar es o no algo bueno. Finalmente depende de la persona y su hija es una astilla del mismo palo", dijo Philip Saunders, uno de los jefes de Investec Asset Management.
"Con frecuencia, el control familiar o una fuerte influencia impulsa la visión de largo plazo, lo que es particularmente importante en el contexto bancario, porque los bancos que tienden a comportarse de manera procíclica destruyen valor de los accionistas como consecuencia", dijo.