Eran unos 400 militantes en un salón del Hotel Crowne Plaza, en Santiago Centro. Y aunque al principio de la mañana el tono del consejo general de RN -marcado por su directiva- era de celebración de los buenos resultados obtenidos por el partido en las últimas municipales (quedó como el partido más votado), con el correr del día empezaron las definiciones.

La primera, y de la que todos se cuidaron, fue la de no adelantar el tema presidencial y que siga su curso hasta marzo, mes que se prevé será de proclamaciones en el sector. En eso, nadie se salió de libreto, ni los pro Sebastián Piñera, ni los pro Manuel José Ossandón. De momento, se dio a conocer que el senador Alberto Espina está coordinando, junto al Instituto Libertad, los ejes sobre los que girará RN en las elecciones -tanto parlamentarias como presidenciales- durante este 2017.

El discurso de Cristián Monckeberg, el presidente del partido, arrojó algunas otras luces: Partió por pedir "Una oposición férrea al desastre que está instalando la Nueva Mayoría en el país".

Y a pesar de que no hubo definiciones presidenciales desde su propio sector, se adelantó en disparar al candidato de la Nueva Mayoría con más chances según las encuestas: Alejandro Guillier.

Monckeberg dijo: "Una vez más, la izquierda la vemos soñar con un salvador que los vuelve a unir y que aparece con un muy buen envoltorio, que los salve de la deriva en que se encuentran y que les permita permanecer atornillados al poder, a los cargos, a las funciones, a los recursos públicos de todos los chilenos".

Y luego ahondó, sin nunca considerar a los otros candidatos de la Nueva Mayoría: "(Guillier) es aquel que publicita las isapres y a las grandes mineras, que no tendría ningún problema: el problema es que después se hace el desentendido. Es un hombre lleno de indefiniciones, que terminó siendo el hombre perfecto para una coalición, como la Nueva Mayoría, llena de indefiniciones. Son tal para cual (...); el candidato Guillier no es más de lo mismo, es peor que lo mismo".

Las cuentas de Larraín

Esperado fue el discurso del ex presidente de RN, que duró poco más de media hora. Y partió hablando sobre el atentado a la casa de Oscar Landerretche, presidente de Codelco: "Ya se definió que no es un acto terrorista, debe ser un pleito vecinal, supongo. Un guatapique, una cosa nada".

Luego, pidió defender la Constitución vigente. Larraín la definió como un éxito rotundo, sobre todo por lo flexible. También pidió defender la economía de mercado, pero también criticó a las AFP por no advertir de las lagunas previsionales, la mayor esperanza de vida y los bajos ingresos de los chilenos hace años. Además, a diferencia de los precandidatos presidenciales con lazos con RN, Piñera y Ossandón, se mostró pro inmigrantes: "Todos somos inmigrantes, unos llegaron un poco antes, otros un poco después. Debemos ser el partido de la inmigración".

También pidió recuperar las confianzas con las FF.AA. y las policías. "Reconocerlos por el orden mínimo que aún conservamos en Chile". Agregó que "hay que reconocer lo que hicieron las FF.AA. en 1973". Larraín sacó aplausos sin matices.