El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá este viernes de urgencia tras conocerse el nuevo lanzamiento de un misil de parte de Corea del Norte.
De acuerdo con el programa del máximo órgano de decisiones de la ONU, la reunión, a puerta cerrada, se llevará a cabo a partir de las 15.00 hora local (16.00 hora chilena).
La cita se produce después de que se conociera que el régimen de Pyongyang había lanzado un nuevo misil que sobrevoló el norte de Japón y cayó en aguas del Pacífico, según fuentes oficiales de Seúl y Tokio.
Según el Comando del Pacífico de EE.UU., el misil norcoreano fue lanzado desde cerca de la localidad de Sunan, próxima a Pyongyang, y fue de alcance intermedio.
Este nuevo ensayo balístico es el primero después de que el Consejo de Seguridad aprobara el lunes pasado nuevas medidas económicas para sancionar al régimen de Pyongyang por sus pruebas nucleares y con misiles.
El Consejo de Seguridad no tenía programada ninguna reunión para este viernes, en vísperas de la intensa actividad que habrá en la ONU la semana próxima con motivo del debate de alto nivel de la Asamblea General, que comienza el martes.
La reunión de urgencia del consejo fue pedida a iniciativa de Estados Unidos y Japón, informaron fuentes de la Presidencia de ese órgano de Naciones Unidas, a cargo de Etiopía durante este mes.
En la reunión, que será de consultas, no se espera que se presente ninguna nueva resolución contra el régimen de Pyongyang, aunque, como en otras ocasiones, probablemente se cierre con una nueva condena firme del consejo por estas acciones norcoreanas.
A raíz de la prueba nuclear norcoreana del pasado 3 de septiembre, considerada la más potente realizada hasta ahora, el Consejo de Seguridad impuso el pasado lunes nuevas sanciones que buscan ahogar sectores claves de la economía norcoreana.
La resolución impuso una prohibición en la exportación a Corea del Norte de gas natural y licuado, pone límites a la de productos petrolíferos e impide a los países miembros de la ONU importar mercancías del sector textil.
Aunque Estados Unidos estaba buscando que también se prohibiera la venta de petróleo a Corea del Norte, al final el consejo sólo aceptó congelar las exportaciones de crudo a ese país en los niveles registrados en los últimos doce meses.