El Consejo Supremo de Justicia de Egipto calificó hoy de "agresión sin precedentes contra la independencia del Poder Judicial" la última declaración constitucional del presidente egipcio, Mohamed Morsi, que lo sitúa por encima de la ley al declarar todas sus decisiones "inapelables y definitivas".
En un comunicado difundido por la agencia oficial Mena tras una reunión de urgencia, este órgano judicial exhortó al mandatario a "apartarse con su declaración constitucional de todo lo que perjudique al Poder Judicial y sus prerrogativas".
En tanto, en El Cairo las fuerzas de seguridad egipcias lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a opositores que se congregaron en la plaza Tahrir para manifestarse contra las nuevas prerrogativas de Morsi.
Unas treinta tiendas de campaña fueron instaladas, donde los opositores organizaron una sentada para protestar. Pequeños grupos de manifestantes seguían ocupando la plaza hoy al medio día, tras haber huido poco antes de los gases lacrimógenos, refugiándose en las calles adyacentes.
PROTESTAS
Por su parte la oposición egipcia, los partidos laicos y liberales, así como los movimientos revolucionarios, aseguraron hoy que no abandonarán la plaza Tahrir hasta conseguir que el presidente revoque su decisión de blindar sus poderes ante la Justicia.
El anuncio fue realizado en un comunicado firmado por quince formaciones, entre ellas el Partido de la Constitución, encabezado por el premio nobel de la paz Mohamed el Baradei; la Corriente Popular Egipcia, liderada por el excandidato presidencial Hamdin Sabahi; el Movimiento juvenil 6 de Abril y el Partido Socialdemócrata.
La víspera, miles de personas se congregaron en la emblemática plaza, convocadas por personalidades o movimientos laicos y liberales, gritando "¡Morsi dictador!". Algunos manifestantes habían incendiado locales del partido político afín a los Hermanos Musulmanes en otras ciudades del país.
Una manifestación rival, en la que se gritó "Morsi, te amamos", se celebró ante el palacio presidencial, en apoyo al presidente que se manifestó determinado a asumir poderes reforzados en un anuncio realizado el jueves mediante una "declaración constitucional".
En la comunidad internacional, Estados Unidos y Europa expresaron su inquietud de que dichas medidas dificulten la democratización del país más poblado del mundo árabe.