Cuando nos vemos enfrentados a elegir una carrera, surge una serie de interrogantes. Una de ellas, si no la más importante, es ¿estaré eligiendo bien?.
Cuando se está frente a una decisión tan importante, se debe considerar la vocación, que muchas veces se confunde con intereses, gustos o preferencias y que, si bien abarca a dichos elementos, va mucho más allá.
¿Cómo identificar la vocación? Seguramente muchos se estarán haciendo esta misma pregunta. Es importante saber que la vocación es solo una, e implica la combinación de dos elementos muy importantes: la Aptitud y el Gusto. Eso no significa de ningún modo que exista sólo una carrera capaz de satisfacer las expectativas individuales, sino que se debe explorar la gama de alternativas compatibles con la vocación personal.
"Muchas veces hay cosas que nos gustan, pero no tenemos aptitud para ellas, o viceversa. Por eso es importante lograr identificar bien cuál es nuestra verdadera vocación, para que sea esta la que guíe nuestra decisión" explica la Psicóloga de la U. Andrés Bello, Alejandra San Juan.
¿CÓMO DESCUBRIR LA VOCACIÓN?
Según la profesional, la vocación implica placer y agrado por la realización de una tarea o actividad, placer que va más allá de sus logros, como lo puede ser un gusto. Implica una retroalimentación de las motivaciones personales, más que el reconocimiento de los demás. Está relacionada directamente con nuestro Proyecto de Vida, con el sentido que queremos darle, asegura San Juan.
Tomar una decisión considerando la vocación es fundamental, ya que en algún momento la vida nos pasa la cuenta por una mala elección. Un trabajo es algo que ocupa la mayor parte de nuestro tiempo y si no es una actividad que por sí misma trae satisfacciones, se transformará en una carga, que puede provocar muchas frustraciones.
Entonces, ¿Cómo se puede descubrir la vocación? Según Alejandra San Juan, es importante ser consciente de las motivaciones, de las cosas que producen energía. La vocación implica un sentido de entrega hacia la actividad, que conlleva un placer personal, que no se encuentra en otras actividades. Para ello es fundamental tener claros los intereses, habilidades, la personalidad y desde ahí, elegir carreras que concuerden con ellos y con el proyecto de vida.
ALGUNOS CONSEJOS
Para la psicóloga, como primer ejercicio es bueno hacerse un autoanálisis. "El primer gran paso para una buena elección es conocernos y contactarnos con lo que realmente somos y queremos, procurando sustraernos hasta dónde sea posible de las presiones sociales y familiares y del prestigio o escaso valor social asignado a una u otra carrera".
La profesional sugiere comenzar preguntándose qué cosas son las que más nos agradan. Los intereses y gustos tienen que ver con aquellas actividades que por sí mismas te motivan y que implican un componente afectivo, que permite a la persona reforzar su propia personalidad. "Muchas veces los gustos no tienen una explicación racional, más que el agrado que produce realizarlos. En su mayoría, son estables en el tiempo. Con este ejercicio, a su vez, se puede lograr identificar aquellas cosas que detestas o no te gusta realizar por ningún motivo", asegura San Juan.
Un segundo paso es reconocer las habilidades, "es decir, para qué eres realmente bueno, qué es lo que haces mejor. Cada persona tiene aptitudes para desarrollar ciertas tareas y enfrenta limitaciones para efectuar otras", explica San Juan.
Es importante tener presente que la vocación conjuga preferencias y aptitudes y que éstas se relacionan con el proyecto de vida, con los sueños, con aquellas actividades con las que te sientes realmente satisfecho. Es ella, entonces, la que debe orientar la elección que deberás realizar en los próximos días.