La oposición conservadora británica no quiere que exista un presidente de la Unión Europea, aunque éste sea Tony Blair, y anunciaron que se opondrán a su eventual candidatura.

"Hemos pasado una década combatiéndole y no vamos a dejarle ahora ocupar la presidencia europea", dijo una fuente del Partido Conservador al vespertino londinense "Evening Standard".

Según el portavoz para Asuntos Exteriores de los conservadores, William Hague, citado hoy por varios medios británicos, la creación de una presidencia de la UE sería "muy dañina" para Europa.

"Cualquiera que ocupe ese puesto tratará de centralizar el poder en Bruselas y dominar las políticas exteriores" de los distintos países, advierte Hague.

Según este político euroescéptico, "en manos de un personaje tan ambicioso como Tony Blair, eso sería prácticamente seguro. No deberíamos dejarle siquiera aproximarse al cargo", agrega.

CRITICAS
Pero como señala hoy "The Guardian", muchos no perdonan tampoco a Blair que en los diez años en que ocupó la jefatura del Gobierno británico evitase sumarse al euro, apoyase a George Bush en todo lo relacionado con Bruselas y condujese a su país a la guerra de Irak.

También se le reprocha el que no haya logrado nada en su actual cargo de enviado especial del Cuarteto (EEUU, Rusia, UE y la ONU) para Oriente Medio.

El miércoles, la secretaria de Estado británica para Europa, Glenys Kinnock, aseguró, en Estrasburgo, sede del parlamento europeo, que su Gobierno laborista apoyaba una eventual candidatura de Blair para ocupar el futuro puesto de presidente de la Unión Europea.

El propio Blair nunca ha confirmado en público sus aspiraciones a un puesto que sólo existirá una vez que todos los países europeos ratifiquen el nuevo tratado, que aún debe pasar un segundo referéndum en Irlanda, convocado para el 2 de octubre.