El cruce de acusaciones, las advertencias al electorado y los desafíos entre los líderes de los principales partidos dominaron ayer la campaña electoral de cara a las elecciones generales del próximo jueves en Reino Unido. Según las últimas encuestas publicadas por la prensa británica, los conservadores y laboristas siguen muy igualados en las preferencias.
Un sondeo de ComRes para los periódicos The Independent on Sunday y Sunday Mirror otorgó a ambas formaciones un 33% de la intención de voto, seguidos del eurófobo Partido de Independencia del Reino Unido (UKIP), con el 13% del apoyo, el Partido Liberal Demócrata, con el 8%, y el Partido Verde, con el 7%.
En The Observer, una encuesta de Opinium situó a los "tories" de David Cameron en primer lugar con un 35% del apoyo, seguidos de cerca por los laboristas de Ed Miliband con el 34% y a continuación el UKIP, con el 13%, frente al 8% de los liberaldemócratas y el 5% de los verdes.
La encuestadora Survation colocó al partido de Miliband en primera posición, con un 34% del voto, en un sondeo para Mail on Sunday, quedando los conservadores segundos con el 31% y seguidos ambos por el UKIP de Nigel Farage, con el 17%, los liberales, con el 8%, y los verdes, con el 4%. Por su parte, The Sunday Times publicó una encuesta de YouGov que da el liderazgo a los conservadores con el 34%, seguidos del Partido Laborista con el 33%, el UKIP con el 13%, los liberaldemócratas de Nick Clegg con el 8% y el Partido Verde con el 5%.
Las formaciones minoritarias en ascenso como el UKIP o el Partido Nacionalista Escocés (SNP), que arrasa en Escocia, se perfilan clave para sustentar un posible gobierno en minoría de "tories" o laboristas, los únicos con opciones de ganar a nivel nacional en estos comicios. Una encuesta separada en The Sunday Times relativa a Escocia confirma el auge del SNP de Nicola Sturgeon en esa región antes dominada por los laboristas. Así, el SNP, que solo presenta candidatos en ese territorio -por eso no se incluye en las encuestas nacionales-, obtiene un 49% de la intención de voto, frente a los laboristas de Miliband, que registran el 25%, los conservadores de Cameron, con el 17%, y los liberaldemócratas de Clegg, con el 5%.
Promesas de campaña
En el último fin de semana antes de las elecciones, los líderes de los partidos reforzaron ayer sus argumentos y cruzaron acusaciones en un intento de recabar el máximo de apoyos, visto que es improbable que ninguno saque la mayoría absoluta.
Cameron urgió ayer a los británicos a votar "tácticamente" por "la persona que quieren como primer ministro" (él o Miliband, los únicos con opciones de ganar), en lugar de secundar a partidos minoritarios que podrían restarle apoyos. El líder "tory" advirtió de que Miliband pretende llevar al país "a la izquierda", con "más endeudamiento y más impuestos", y además -alertó- lo hará con el apoyo de los independentistas escoceses. "Intenta negarlo, pero (según las encuestas) es un hecho que solo puede convertirse en primer ministro con el apoyo" del SNP, dijo.
Por su parte, Miliband buscó aumentar su credibilidad desvelando una piedra en la que aparecen grabadas las seis principales promesas laboristas, entre ellas rebajar de unos 12.500 euros a 8.300 euros el precio tope de las matrículas universitarias. "Estas seis promesas están ahora grabadas en piedra, y lo están porque no las romperemos después de las elecciones", afirmó el líder laborista, cuya iniciativa provocó la burla de sus rivales y, quizás en su beneficio, también muchos comentarios en Twitter.