Un consorcio de constructoras, liderado por la firma española Sacyr, dio marcha atrás hoy a una amenaza de suspender de inmediato, el lunes, los trabajos de expansión del Canal de Panamá, en medio de una disputa por altos sobrecostos. No obstante, el grupo dijo que podría interrumpir las obras en una fecha posterior.
El consorcio, conocido como Grupo Unidos por el Canal (GUPC), había amenazado con suspender el lunes 20 de enero los trabajos de una vital parte del proyecto, si no se resolvía una disputa por 1,600 millones de dólares en costos adicionales.
Sin embargo, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) se ha negado a aceptar la demanda.
Con ambas partes firmes en su postura y la fecha límite acercándose, la interrupción de uno de los proyectos de construcción más grandes del mundo parecía inevitable, hasta que el consorcio aclaró su posición el domingo.
"GUPC no tiene por qué realizar mañana (lunes) ningún cambio en el status de la obra", dijo el grupo en un comunicado.
De todas formas, la amenaza de frenar los trabajos de construcción aún no se ha disipado, ya que el consorcio agregó que un "preaviso" enviado el 30 diciembre exigiendo el pago de los sobrecostos, le otorgaba el derecho de suspender las obras en cualquier momento a partir del 21 de enero.
El consorcio tiene previsto reunirse el martes para discutir el estado de la obra con la Autoridad del Canal y la aseguradora Zurich American Insurance Company, que tiene disponibles unos 600 millones de dólares en fianzas.
El administrador del Canal, Jorge Quijano, dijo que la ACP ha estado en conversaciones con otros contratistas en caso de que no se pueda resolver la disputa con GUPC. Según Quijano, el trabajo restante costaría alrededor de 1,500 millones de dólares.
El consorcio, integrado también por la italiana Impregilo , la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana, se adjudicó en 2009 el contrato para construir un tercer juego de esclusas para el canal.
El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, dijo el lunes en una conferencia de prensa en Madrid que el conflicto no tendrá un impacto significativo en los ingresos de la compañía y que no comprometía su solvencia.
El proyecto general de expansión de la vía marítima -una de las más importantes para el comercio mundial- estaba calculado originalmente en 5,250 millones de dólares.
Se espera que se concluya en el 2015.