Si bien habrá que esperar hasta 2016 para ver a los personajes de historietas de Marvel y DC Comics luchar por las audiencias en el cine, en la pantalla chica, la historia tiene por lo menos un año. Luego del inesperado éxito de Arrow, la serie de televisión de Flecha Verde -un superhéroe de DC que no era conocido masivamente como Superman o Batman- quedó claro que explotar estas historias sólo en la pantalla grande era dejar de lado todo un terreno lucrativo. Así que en 2013, Marvel se sumó a la tendencia con Marvel's agents of S.H.I.E.L.D., una serie hermana al universo que generó con sus películas, basada en la ficticia organización de espionaje.
Pero no se quedaron allí. Para el próximo año preparan diversas producciones para Netflix y también para la televisión tradicional. Por su parte, DC ya estrenó The Flash, un spin off de Arrow con el conocido superhéroe más rápido del mundo, y Gotham, sobre la infame ciudad de Batman antes de la existencia del superhéroe. Pero su más reciente apuesta de este año es una más arriesgada, haciendo gala de un personaje que sólo tiene un seguimiento de culto.
Se trata de Constantine, serie que sigue a John Constantine, un cínico ex estafador británico, transformado en cazador de demonios y autoproclamado maestro de las artes oscuras, y que debuta hoy a las 22 horas por Space (señal 55 VTR, 604 Movistar), en episodio doble sin cortes comerciales.
El personaje puede resultar nuevo para muchos, pero la historia de éste se remonta 30 años atrás. Creado por Alan Moore (Watchmen, V de Venganza), Constantine se transformó en el protagonista de la aclamada serie de cómics Hellblazer, creada por DC y su división Vertigo, que cuenta historias sobre un universo separado de sus personajes más icónicos. Claro, eso hasta 2011, donde la compañía lo volvió a reintegrar a su línea principal de héroes, poniéndolo a la cabeza de La Liga de la Justicia Oscura, un equipo que lidia con amenazas que Superman o Batman no entienden, o simplemente desconocen.
El protagonista es el galés Matt Ryan (33), actor casi desconocido, fuera de su participación en el breve spin off de Criminal minds, que sólo duró una temporada. El británico es el segundo actor en interpretar a Constantine: Keanu Reeves ya hizo lo propio en una película homónima de 2005, que se tomó varias licencias. Por ejemplo, el personaje era norteamericano en vez de inglés, de cabello oscuro en vez de rubio, y sin su característica gabardina café.
Esta versión sí está basada más en su imagen original, y su historia está más cerca a lo mostrado en Hellblazer que en el universo DC, aunque incorpora algunos elementos de este último (pero no esperen ver a Batman por allí).
El primer capítulo partirá con el personaje retirado en un asilo psiquiátrico, perseguido por la culpa de un exorcismo mal ejecutado que le costó la vida a una mujer. Por supuesto, pasará poco antes de que su pasado lo alcance, y deba nuevamente poner sus habilidades en acción.
La serie ha tenido un camino difícil para lograr estabilidad. Luego de que la exhibición del episodio piloto a la prensa no cosechara resultados positivos, los creadores Daniel Cerone y David S. Goyer (guionista de la trilogía de Batman de Christopher Nolan) realizaron algunos cambios. El más notorio fue la exclusión del personaje de la actriz Lucy Griffiths (True blood), originalmente escrita como una compañera femenina para el protagonista, pero eliminada a partir del segundo episodio debido a su mala recepción.
Si bien la serie debutó con ratings que superaron los 4 millones de espectadores en Estados Unidos, similares a los de The Flash, no es considerada un éxito por la cadena NBC. Primero, porque a diferencia del superhéroe de la cadena CW, sus críticas han sido regulares, alabando el carisma de Ryan, pero criticando el exceso de diálogos de exposición. Y también, porque en su segundo episodio, la serie presentó una caída de casi 30% en su audiencia, y 35% en el grupo etario de los 18 a los 49 años. Aún así, el respaldo de un estudio como Warner podría ser suficiente para darle la oportunidad a la serie para que repunte, por lo menos hasta el final de temporada.