Una madrugada el río Maule me quitó todo, pero ahora siento que también me ha dado todo", reflexiona Emilio José Gutiérrez, botero de Constitución hace más de 30 años. A poco de cumplirse el cuarto aniversario del 27/F, fecha en que el tsunami le arrebató a su padre e hijo, arrasó con su modesta casa y destruyó totalmente uno de sus botes, Emilio Gutiérrez señala que "nunca olvidaremos la tragedia, especialmente quienes perdimos esa noche a nuestros seres queridos, pero ya no queda miedo ni rencor contra el mar o el río, nosotros trabajamos en el río, hemos aprendido a vivir con este sentimiento y así hemos salido adelante", destaca Gutiérrez, quien este año se ha convertido en empresario turístico al adquirir una lancha de paseo para 60 pasajeros, la más grande del río Maule, que por estos días atrae la atención de los cientos de turistas que cada día llegan a la ribera para dar un paseo alrededor de la Isla Orrego y la desembocadura del Maule.
En Constitución existen 18 botes de paseo, con capacidad promedio para 20 personas, y este verano, como nunca antes se había visto desde el 2010, las embarcaciones se repletan de turistas ávidos de navegar por las aguas del río Maule, aunque el viaje implica un breve recorrido por un borde costero que aún exhibe los estragos causados por el terremoto y posterior tsunami que azotó a Constitución. "La gente ya le perdió el miedo al tsunami, y ahora se ve más tranquila disfrutando de nuestros bellos paisajes", puntualiza Gutiérrez.
El alcalde de Constitución, Carlos Valenzuela, coincide en esto y agrega que cada fin de semana llegan miles de turistas a disfrutar del borde costero de Constitución y a contemplar con mucho respeto el santuario construido en la Isla Orrego, donde fallecieron 94 personas a raíz del tsunami. "Yo todavía no he vuelto a ver gente acampando en la Isla Orrego o debajo del puente Cardenal Silva Henríquez, como era cotidiano durante los veranos hasta el 2010. Pero me alegró ver turistas bañándose en esos lugares, días atrás, porque es señal de que poco a poco estamos volviendo a la normalidad", recalca el edil. El director de Turismo del municipio, Franklin Benavente, informa que este verano se ha registrado un promedio de 20 mil visitantes diarios cada fin de semana, todos ellos dispuestos a hacer deportes náuticos, pasear por el borde costero y participar en las múltiples actividades organizadas en estos lugares como por ejemplo una concurrida tarde de boteros, festival de motos acuáticas en el río Maule, la Fogata Show de playa Vega de los Patos, tardes recreativas en playa de Los Gringos, y la esperada Noche Veneciana, entre otras.
Asimismo, el profesor de canotaje, Roberto Díaz, indica que este año ha aumentado el número de niños y adultos en las clases de remo en el río Maule y destaca que "los niños ya no asimilan el río con la tragedia del 27 de febrero, a veces los adultos se muestran un poco más intranquilos, pero finalmente al subir al kayak y comenzar a navegar se pierde el miedo".
Lo propio ocurre en el camping de Calabocillos, ubicado junto al mar , en la zona sur de Constitución. Juan Pablo Díaz, su administrador, indica que cada fin de semana llegan unas 200 personas a acampar allí, y "aunque algunos manifiestan su preocupación , por dormir a menos de 50 metros del mar, se tranquilizan al saber que el tsunami no llegó a este camping y además existen excelentes vías de evacuación y buena señalización". Miguel Meza, proveniente de Santiago, relata que visita por segundo año consecutivo este camping y agrega que "me gusta acampar aquí, me siento seguro y tranquilo, además tiene una bellísima vista".
El capitán de Puerto de Constitución, teniente Pablo Orrego, destaca que "desde fines de 2011, la gente comenzó a perder lentamente el miedo a relacionarse con el río y el mar, lo que se ha visto reflejado en gran actividad náutica en el río Maule". Según el teniente Orrego, "fue importante que el turista comenzara a ver mayor presencia de la autoridad marítima en el río y salvavidas en las playas. Además, hoy día contamos con mejores equipos de comunicación y una lancha de rescate muy rápida y versátil, lo que da un ambiente de seguridad que sin duda ha ayudado a que los visitantes vuelvan a acercarse con confianza al borde costero".