El Tribunal Constitucional de la localidad checa de Brno tramitará públicamente la demanda interpuesta por los senadores euroescépticos contra el Tratado de Lisboa de la Unión Europea (UE) el próximo 27 de octubre.
Sin embargo, aún no es seguro que se conozca una decisión al respecto el mismo día.
La UE quiere que el Tratado de Reforma entre en vigor lo antes posible, y lo único que falta para ello es la firma del presidente checo, Vaclav Klaus.
Klaus se negó hasta el momento a ratificar el texto alegando que falta el pronunciamiento del tribunal. Además, la semana pasada exigió que su país quede excluido de las regulaciones de la carta de derechos humanos de la UE, con el objetivo de evitar reclamos al país por parte de los desplazados tras la Segunda Guerra Mundial.
Se prevé que el tema centre la agenda de la cumbre de la UE del 29 y 30 de octubre en Bruselas.
MOCION
El grupo de senadores críticos con la UE en torno a Jiri Oberfalzer anunció que ampliará la demanda interpuesta el 29 de septiembre. Según el senador, no se trata de una nueva demanda independiente, sino de detalles sobre los anexos del tratado.
Según un portavoz del tribunal, ello no tendrá influencia alguna en la fecha de deliberación, el 27 de octubre.
Las dos cámaras parlamentarias de Praga aprobaron ya el Tratado de Lisboa, mientras el gobierno del primer ministro, Jan Fischer, que no participa en las manobras judiciales de Klaus y los senadores, apuesta también por una rápida ratificación del texto.
Fischer se reunió hoy en Bruselas con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso (foto), para debatir el procedimiento a seguir.