El cónsul de Chile en Bolivia, Jorge Canelas, manifestó la disposición de mantener un diálogo son exclusiones entre ambos países, en donde se incluya la histórica demanda marítima boliviana, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y el debate en torno a las aguas del río Silala.
"Hace algunos años se estableció una agenda sin exclusiones y en eso nosotros estamos con plena voluntad por parte de Chile: hablar de todos los temas sin excluir ninguno. Cuando hablamos de la no exclusión de ningún tema, es no excluir por ejemplo el restablecimiento de relaciones diplomáticas", dijo Canelas en declaraciones publicadas hoy por el diario Los Tiempos, de Cochabamba.
Respecto a la demanda marítima de Bolivia, el cónsul en La Paz precisó que "nosotros estamos con toda la voluntad de expandir, ampliar, perfeccionar el acceso boliviano al mar y eso tiene un valor enorme".
"Yo creo que otorgarle a Bolivia un mejor acceso, más eficiente, más rápido, más económico, más amplio es un asunto que debe ser evaluado en ambos países de forma positiva, porque si no, no podríamos avanzar en temas que son realmente delicados", agregó Canelas.
En esa línea, precisó que "lo positivo de tener un diálogo bilateral actual es que no hay temas excluidos, están todos los temas sobre la mesa y creo que éstos son temas que tienen un alto contenido emocional histórico que si se ven con objetividad y con paciencia deben ser resueltos".
Las declaraciones de Canelas se producen días después de que el senador Pablo Longueira reabriera el debate en torno a la posibilidad de que Chile otorgue una salida soberana al mar a Bolivia y planteara la alternativa de realizar un plebiscito para zanjar el tema.
AGUAS DEL SILALA
El cónsul se refirió también al debate en torno a las aguas del río Silala, y afirmó que en esta temática "hay que hacer una precisión: en este tema hay un preacuerdo al cual se llegó el año pasado y luego, al socializar el tema, el gobierno boliviano se encontró con la oposición de algunas comunidades. Ésa es la realidad del asunto".
Cabe consignar que las aguas del Silala, al sudoeste de Bolivia, alimentan a Calama y Antofagasta para tareas mineras y agrícolas. Chile aceptó pagar desde 2009 por el consumo pero el comité cívico del departamento boliviano de Potosí exige primero el pago de "una deuda histórica" (desde 1904 a la fecha), a lo que Chile se opone.
El desvío de las aguas del río Lauca provocó en los años sesenta del siglo pasado la ruptura de las relaciones diplomáticas de Bolivia y Chile, y ahora sólo existen cónsules en La Paz y Santiago. Las aguas del Lauca servían para la producción agrícola en Arica y zonas aledañas.
El canciller boliviano, David Choquehuanca, admitió el domingo que a Bolivia le interesa con prioridad resolver el tema de las aguas del Silala y el retorno al mar con soberanía y continuidad territorial.
Las cancillerías de Bolivia y Chile elaboraron en 2006 una agenda de 13 puntos que es seguida por el Mecanismo de Consultas Políticas de ambos países, y no se descarta que el viernes 17 sea analizado en el encuentro entre los mandatarios Evo Morales y Sebastián Piñera en la cumbre presidencial de Brasil.