Un estudio publicado en British Medical Journal reveló que las mujeres que consumen depresivos durante los primeros tres meses de embarazo, tienen un leve posibilidad de tener un hijo con problemas al corazón.
Fueron cuatro los antidepresivos estudiados: paroxetina, fluoxetina, sertralina y citalopram. Estas últimas fueron asociadas con posibles problemas coronarios en el feto, específicamente en la unión entre las aurículas con los ventrículos.
Aunque son pocas las probabilidades y el riesgo es bajo, las consecuencias que esto se produzca, sin una intervención inmediata, pueden ser severas. Investigadores de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, estudiaron el progreso de 500 mil niños nacidos entres 1996 y 2003 en dicho país. Las conclusiones apuntaban a una relación entre el uso de los antidepresivos y esta deficiencia en el corazón del recién nacido: los problemas coronarios de este tipo, eran más proclives en aquellos cuyas madres tomaron estos fármacos durante los primeros tres meses de embarazo.
El porcentaje fue de tán sólo 0,9%, pero en comparación, aquellas embarazadas que no consumieron estos fármacos el porcentaje de riesgo fue de 0,5%.
Por lo tanto, el riesgo es bajo, si se considera que uno de cada 246 nacidos están espuestos a sufrir este defecto del corazón. Sin embargo, el uso de estos medicamentos debe ser tomado con cautela, sobre todo, si se considera que en los primeros meses de gestación el feto está en plena formación