El consumo de combustibles fósiles (petróleo crudo y gas natural) en Chile aumentó un 71,9% entre 1991 y 2010, según informó hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

En 2010, Chile importó el 79,2% del petróleo crudo, el 67,7% del gas natural y 88,5% del carbón que se consumió en el país, siendo estos tres combustibles el primero, segundo y tercero en importancia respectivamente dentro de la matriz primaria de energía.

Estos datos figuran en la publicación de la FAO "Bioenergía en Chile", según la cual el petróleo crudo representó en 2010 el 37,4% de toda la energía consumida en el país, el gas natural supuso un 19,6% y el carbón, un 17,9%.

De esta forma, el 74,9% de la matriz energética de Chile proviene de fuentes no renovables, mientras que de las renovables, solo un 0,1% es de la energía eólica, un 7,4% de la hidráulica y un 17,6% de la leña. 

Con el fin de discutir cómo aumentar de manera sustentable la participación de la bioenergía en la matriz energética de Chile, representantes del Gobierno y la FAO, académicos y empresarios se reunieron el día 26 en la Conferencia Biomasa 2012, en la Oficina Regional de la FAO, con sede en Santiago.

"Si bien el desarrollo del sector bioenergético en Chile es un gran reto -dado que el país posee una baja disponibilidad de materias primas agrícolas y de áreas cultivables para bioenergía- existe una serie de nuevas posibilidades para el país de incorporar nuevas áreas a esta industria", señaló Felipe Duhart, oficial de Bioenergía de la FAO.

Estas incluyen las materias primas alternativas, como jatropha, jojoba, atriplex, microalgas y materiales lignocelulósicos. 

"Igualmente existe la posibilidad de producir biogás a partir de materiales orgánicos como el estiércol, además de producir abono natural, dando solución a un problema ambiental, lo que es posible con tecnologías de bajo costo y amigables con la agricultura familiar", agregó Duhart, citado en un comunicado de la FAO.