El uso de vitaminas antes y durante los primeros meses del embarazo está asociado con una reducción del riesgo de tener un aborto espontáneo.
No obstante, esa asociación también depende del estilo de vida saludable de las futuras mamás.
"Hay que replicar esos resultados antes de sacar conclusiones formales", destacó el doctor Reem Hasan, de la University of North Carolina en Chapel Hill.
La recomendación sobre el uso de vitaminas para las embarazadas, o las mujeres que planean estarlo, está orientada a reducir el riesgo de malformaciones congénitas, escribió el equipo de Hasan en American Journal of Epidemiology.
El estudio proporciona evidencia de que "las vitaminas reducirían el riesgo de tener un aborto espontáneo", dijo Hasan a Reuters Health.
Entre el 2000 y el 2008, el equipo entrevistó a 4.752 mujeres en el primer trimestre de embarazo para evaluar el consumo de vitaminas y multivitaminas prenatales.
El 95 por ciento de las mujeres dijo que había tomado vitaminas o multivitaminas prenatales en algún momento del primer trimestre. La mitad lo había hecho antes de la concepción.
Hubo 524 abortos y el riesgo de aborto fue un 57 por ciento menor en las participantes que habían tomado vitaminas que en las que no lo habían hecho.
Según el equipo, ningún otro factor, como la edad, el uso de hormonas, la cantidad de embarazos previos, el tabaquismo, la etnia, el nivel educativo y el estado civil, modificó esa reducción del riesgo.
"Dado que el aborto ocurre muy tempranamente en el embarazo, es importante que las mujeres en edad reproductiva, que podrían quedar embarazadas, tengan una dieta equilibrada y tomen vitaminas", recomendó Hasan.
Con todo, el estudio no permitió tener en cuenta los factores alimentarios o los hábitos de vida saludables ni diferenciar entre el uso prenatal de vitaminas y multivitaminas.
Por lo tanto, el equipo llama a investigar cómo esos factores modificarían el riesgo de aborto espontáneo.