"Si fumas intoxicas a tu hijo", "Si fumas lo enfermas", rezan las advertencias antitabaco destinadas a embarazadas en las cajas de cigarrillos que se venden en el país. Se sabe que este consumo es un peligro para ellas y sus hijos, pero hasta hoy se desconocía cuántos niños menores de un año se enfermaban o fallecían en Chile, realidad que abordó una inédita investigación publicada el pasado 20 de julio en la Revista Panamericana de Salud Pública.
El doctor Jaime Cerda del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la U. Católica, uno de sus autores, señala que esta es la primera investigación que estima la morbilidad y mortalidad de lactantes atribuible al consumo de tabaco por parte de sus madres durante el embarazo.
El estudio recogió datos entre 2008-2012, y concluyó que 94 niños menores de un año mueren anualmente a consecuencia de este hábito. De éstos, 68 son por causas relacionadas con el nacimiento prematuro y 26 por el síndrome de muerte súbita del lactante.
Además, otros 2.054 niños nacen prematuros, es decir, con menos de 37 semanas de gestación, o son nacimientos de término pero con bajo peso, inferior a 2.500 gramos. "Tanto la prematurez como el bajo peso de nacimiento son factores de riesgo para muchas enfermedades del niño menor de un año, y también se asocia al desarrollo de enfermedades crónicas en la adultez", dice Cerda.
Para llegar a las cifras se utilizó una metodología ampliamente conocida en el ámbito de la epidemiología, consistente en el cálculo de la FAP (population attributable fraction, o fracción atribuible poblacional) que es el porcentaje de casos de una enfermedad, a nivel poblacional, que son atribuibles a un determinado factor de riesgo, en este caso fumar durante el embarazo.
El estudio evaluó un conjunto de 17 enfermedades que afectan a los recién nacidos y para cada una se calculó su respectiva FAP, que entre otros factores considera la proporción de mujeres que fumaron durante el embarazo. Por ejemplo, la FAP de la "muerte súbita del lactante" es de 40%, lo cual quiere decir que el 40% de los casos de muerte súbita del lactante pueden ser atribuibles al tabaquismo durante el embarazo.
Alta prevalencia
Para Cerda más allá de la cantidad estimada de enfermedades y muertes atribuibles al tabaquismo durante el embarazo, lo más importante es visibilizar un tema que a su juicio ha estado minimizado en nuestro país, donde el 28% de las mujeres embarazadas fuman, de acuerdo a la mejor evidencia disponible.
"Es grave que en Chile aproximadamente una de cada cuatro embarazadas mantenga el consumo de tabaco durante el embarazo, cifra superior a la reportada en países desarrollados, donde es menor a 1 de cada 10", señala el experto. Por ejemplo, en EE.UU. la prevalencia de consumo fue de 8,4% el año 2014, y en algunos estados como California fue menor al 2%.
Cerda dice que hoy se asume erróneamente que por el hecho de que una mujer sepa que está embarazada tomará la decisión de dejar de fumar, lo cual no ocurre en muchos casos. Esto se explica porque la edad de inicio de consumo de tabaco es alrededor de los 13 años, y al llegar al embarazo las mujeres que consumen tabaco llevan una cantidad importante de años fumando y han desarrollado una adicción biológica, psicológica y social. Además, el antecedente de consumo de tabaco puede pasar fácilmente desapercibido durante el control prenatal.
"Existe escaso apoyo en nuestro sistema de salud para la embarazada que fuma, de forma tal que más allá del consejo de no fumar no se dispone de herramientas de apoyo que le permitan manejar el síndrome de abstinencia que ocurre al suspender el consumo. Asimismo, en aquellas embarazadas que lograron dejar de fumar no se cuenta con herramientas para prevenir que vuelvan a fumar después del parto o al finalizar el período de lactancia", advierte el investigador.
Celso Muñiz, encargado de la Oficina de Tabaco del Ministerio de Salud, señala que están trabajando en el diseño de una canasta GES que permita atender a la población de riesgo que requiera apoyo en la cesación tabáquica para entregar una atención de calidad que sea consistente y constante en el tiempo.
"En la actualidad si bien no existen intervenciones específicas para embarazadas pueden acceder a consejerías breves antitabaco en las prestaciones del programa de salud oral y por medio del número de Salud Responde donde los profesionales están capacitados para realizar consejería breve telefónica. Es claro que la cesación de tabaco es un área que se debe fortalecer y el ministerio está trabajando en esta línea para poder dar una atención de calidad a todos los consultantes de la red", señala Muñiz.