El ciclista español Alberto Contador, quien dio positivo por clenbuterol en el último Tour de Francia, aseguró que su doapje se debe a "un auténtico error".
El tres veces campeón del Tour, mencionó una "contaminación alimenticia" como origen del positivo y dijo que cantidad de clenbuterol encontrada en su organismo es "tan sumamente pequeña, no sirve para nada".
La concentración de clenbuterol en la orina de Contador, analizada en el laboratorio de Colonia, fue 400 veces menos que la cantidad mínima que tienen que detectar los laboratorios autorizados. La prueba B también dio positivo.
En una masiva rueda de prensa en un hotel de Pinto, una ciudad cercana a Madrid en la que nació y reside, el español aseguró que la sustancia prohibida proviene de una carne de vacuno comprada en España que consumió el 20 y 21 de julio.
La carne la llevó al Tour José Luis López Cerrón, director de la Vuelta a Castilla y León, pero sólo la consumió una parte del equipo. Ninguno de los que comió de aquella carne, lamentó Contador, fue objeto de controles en esos días.
El test que dio positivo se le realizó el 21 de julio, en la segunda jornada de descanso en la ronda gala, justo antes del duro ascenso al puerto del Tourmalet.
La Unión Ciclista Internacional (UCI) comunicó el resultado a Contador el 24 de agosto, y dos días después lo suspendió de forma cautelar, hasta que se aclare el asunto.
Durante el último mes y medio, Contador se mantuvo en contacto con la UCI, ante la que expuso su defensa, basada en el hecho de que los controles anteriores y posteriores a la fecha no dieron positivo.
"Yo soy la víctima... Mi versión será siempre la misma. Me podría haber hecho un guión, pero mi guión es la verdad", dijo el español.
Contador tenía la esperanza de que su caso pudiera arreglarse de forma interna con la UCI, pero la filtración de la noticia a una cadena de televisión alemana lo empujó a hacerlo público. "Para la imagen del ciclismo habría sido mejor que no se hiciera pública", opinó.