Casi una semana declaraciones cruzadas y búsqueda de culpables duró la mayor crisis que ha sufrido el Frente Amplio desde su creación.
Luego de que la mesa nacional del bloque decidiera bajar la candidatura del ex candidato presidencial, Alberto Mayol, por el distrito 10, salieron a la luz audios, reuniones y un sinnúmero de disputas al interior del conglomerado.
Finalmente, el Frente Amplio reconoció "diversos errores" en el proceso y afirmó que el ex abanderado presidencial "lamentó profundamente el daño que pudo haber causado a todos los militantes.
Los columnistas de La Tercera, Óscar Contardo, Ascanio Cavallo y Héctor Soto, analizaron la difícil semana que vivió el bloque que lidera Beatriz Sánchez.
"Frente a esa historia -que tomaremos como real para estos efectos- nos caben al menos dos explicaciones. La primera es que realmente hayan sido engañados desde un principio y desconocieran totalmente el desarrollo conductual del personaje. Esa posibilidad no sólo los deja como ingenuos, sino también como irresponsables. ¿Qué hubiera sucedido si Mayol gana la primaria? (...) La segunda opción es que junto con apoyar a Alberto Mayol hicieran vista gorda a las aspiraciones que el candidato de ocasión -y subrayo de "ocasión", porque lo mismo que Beatriz Sánchez, la candidatura de Mayol no surgió de la militancia del Frente Amplio- tendría una vez finalizado el proceso. Lo que ambas opciones tienen en común es la falta de previsión, un regusto instrumental en donde los medios se ajustan a los fines y a una ansiedad de poder similar a la del monstruo que nos acabaron describiendo durante esta semana", acotó.
En esta línea, Contardo expresó que "allí dentro nadie tiene intereses personales, sólo el deseo de hacer el bien sin mirar a quién. El inconveniente es que mientras insisten en proyectar esa imagen de pastoral juvenil de universitarios burgueses que ocupa sus feriados visitando miserias ajenas, lo que vemos desde acá afuera son las pugnas habituales a cualquier coalición política, que es justamente lo que son. El error de origen ha sido asumirse como santos antes de que se les conociera milagro".
Por su parte, Ascanio Cavallo descartó que el emplazamiento de Mayol a la candidata Natalia Castillo correspondieran a un "maltrato".
"Lo que se oye en esas grabaciones no se parece ni vagamente a un maltrato", expresó Cavallo en su columna en La Tercera. "Pero la verdad es que no se parece a un maltrato en relación con ningún estándar. La queja de la supuesta maltratada tiene el aire de un berrinche, el enojo de alguien que no entiende bien en qué se está metiendo. O de alguien que realmente cree que la fantasía adolescente de la "nueva política" es algo distinto de la política a secas, es decir, ejercicio de poder".
"La exclusión de Mayol de la lista parlamentaria de ese distrito –y en algún momento, de todos- fue leída como una decisión dirigida a evitar la competencia contra Jackson. No terminará este diputado de sufrir por aquella elección –la única que ha tenido- donde la Nueva Mayoría se omitió para que pudiese ser elegido, y por supuesto que será inútil su alegato de que salió con votos propios. La figura de "niño protegido" ya se instaló y será utilizada por quienquiera sea su adversario. Allí sí que ha habido maltrato".
"El desafío de Mayol puede ser desilusionante para quienes han creído que desde la ideología estudiantil se podría refundar la política chilena, pero en verdad inaugura la existencia del Frente Amplio como una fuerza política y no como la simple entelequia de un grupo de partidos con nombres excéntricos".
"Tampoco se trata de que esta inauguración asegure una larga y buena vida, porque para eso hay que esperar las elecciones de noviembre. ¿Lo afectará esta discusión en ese torneo? Es improbable: después de todo, se trata de una discusión marginal, la disputa de un cupo electoral, que sólo puede ser amplificada con la lupa distorsionada de la moralina. El Frente Amplio no será más ni menos que lo que los electores quieran que sea", culmina Cavallo.
"Una de las tantas razones que hacen recomendable no mezclar literalmente la ética con la política estriba en que la primera opera en el plano normativo de la virtud y la política, en cambio, lo hace en un terreno mucho más infestado por conveniencias, intereses, circunstancias históricas, posibilidades y márgenes concretos de acción. Si bien una política enteramente disociada de la moral puede convertirse en una cloaca, entenderla desde el castillo de la pureza como un puro aterrizaje del discurso virtuoso en el ámbito público puede llegar a convertirla en una suerte tiranía del púlpito".