Después de una extensa preparación, ayer se inició en el Tribunal de Garantía de Valparaíso el juicio oral en contra 10 funcionarios de policía de investigaciones acusados de facilitar la prostitución infantil y en algunos casos ser los propios clientes.
Tras los alegatos de todas las partes involucradas, comenzó el interrogatorio de los inculpados, siendo Héctor Guzmán, ex sub comisario de la PDI quien denunció el caso, el primero en declarar ante los cuatro jueces en la causa.
Alcanzando sólo a responder a la parte querellante, el ex subcomisario dijo que "los funcionarios adentro del servicio me tildaban de sapo, porque yo denuncié muchas irregularidades, y les eché perder la fiesta a muchos ".
Aseguró que de él no se encontrarán ni llamados telefónicos ni fotografías que lo vinculen con la red de prostitución que él mismo acusó y que hoy lo tiene formalizado, y acusó a la institución en darle la espalda. "A mí nadie me ha explicado por qué no recibo sueldo después que hice la denuncia al Congreso".
En esa línea Guzmán señaló ante el magistrado que "todo lo que estoy recibiendo es una venganza, por haber cumplido la ley, por haber avisado a mi jefe de lo que estaba ocurriendo".
A la salida el denunciante y denunciado tiró los dardos también a la fiscalía, la que "ha tenido muy poca objetividad y creo que aquí hay un acuerdo que ya cumple tres años entre ellos y la PDI, para que este asunto se tape, porque hay jefes que están siendo identificados"
Finalmente el ex funcionario reiteró sobre las presiones que recibe de la institución, dando como ejemplo, que durante su interrogatorio había la presencia de 3 empleados en horario de trabajo, lo que definió como "una presión inmediata en el propio tribunal es inaceptable".
Hoy continúa el interrogatorio al ex subcomisario Guzmán con las preguntas de parte de la defensa.