Por tercera noche consecutiva se vivió una jornada de protestas en Estados Unidos contra el recién electo presidente, Donald Trump.
Las movilizaciones se llevaron a cabo de Miami a Filadelfia, de Columbia a Nueva York, en las cercanías de la Trump Tower, donde habita el electo mandatario.
En algunos casos los manifestantes bloquearon temporalmente algunas calles pero hasta el momento sin incidentes.
Sin embargo, la situación más complicada se vivió en Portland, Oregón donde la policía empleó gases lacrimógenos contra los cientos de manifestantes.
A través de su cuenta en Twitter, la policía de Portland dijo en la madrugada del sábado que estaba investigando un reporte de balacera con un posible herido en un puente sobre el río Willamette al que se dirigían los manifestantes. Pidieron a los participantes que abandonaran la zona. No estuvo claro de inmediato si el incidente guardaba relación con las protestas.
El viernes por la noche, también en su perfil en la red social, el departamento explicó que la utilización de gases lacrimógenos respondió al lanzamiento de "proyectiles en llamas" contra agentes. Cientos de personas marcharon por las calles de la ciudad, interrumpiendo el tránsito y realizando pintadas con spray. Las autoridades reportaron actos de vandalismo y asaltos durante la protesta, que los organizadores habían calificado horas antes como pacífica.
También hubo pequeñas protestas en Detroit, Minneapolis; Kansas City, Missouri; Olympia, Washington, y Iowa City.
Para el sábado hay previstas protestas también en Las Vegas, Los Ángeles y otras zonas.