El Contralor de la República, Ramiro Mendoza, se reunió con la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, que actúa como investigadora de las irregularidades de CNA, para dar a conocer antecedentes que el organismo que posee en el caso.
El personero explicó que el principal problema es la falta de confianza que se ha generado, porque "las instituciones tienen que ser creíbles por los ciudadanos".
Además, hizo presente las que, en opinión de la Contraloría algunas de las principales falencias a corregir son la dictación de los reglamentos pendientes, así como la necesidad de un rol más efectivo de supervisión y vigilancia de entidades acreditadoras y pares evaluadores.
Mendoza reconoció la preocupación del Ministerio de Educación y de las autoridades recién nombradas por la CNA para "poder salir del atolladero administrativo en la que se encuentran".
Además, indicó que el organismo que preside vienen realizando informes sobre irregularidades "desde hace bastante tiempo", con más de 60 informes sobre el funcionamiento de la educación superior estatal y el funcionamiento de la CNA, y que hoy todos los ojos están mirando "un fenómeno que tiene una larga fermentación en su preparación".
Agregó que se había anteriormente al Ministerio Público acerca de "la concurrencia de un conflicto de intereses" en referencia a un miembro de la comisión y a actividades contractuales del mismo.
En esa línea, indicó que el informe que presenta puede resultar ser clave para dar salidas administrativas al problema de credibilidad del CNA.
El contralor general indicó que uno de los problemas es que la CNA trabajaba en mantener "una calidad formal", usando pautas, enfocándose en procedimientos y no en elementos sustantivos.
Otra falencia es que no hay una definición de calidad en la ley, y que la CNA tampoco fue capaz de arreglar eso.
Mencionó que el ex secretario Ejectuvo del CNA, Patricio Basso trató varias veces de sacar adelante los reglamentos relacionados con la calidad, y que en repetidas veces "la comisión no los despachó".
Sobre si las acreditaciones dadas por la CNA tienen validez, y la posibilidad de revocarlas, indicó que "es un problema bien kafkiano".
Esto porque cuando son formalmente resoluciones de acreditación, hay reglas de invalidación que reconocen casos como la "mala fe" y el "concurso doloso en la obtención de una determinada decisión".
El problema, dijo, es que hay muchas acreditaciones que sólo se basan en acuerdos y certificados dados, pero no por resoluciones propiamente tales.
Agregó que "la Contraloría hace bastante tiempo que viene cateteando" sobre este tema, dentro de los ámbitos que le corresponden. También agregó que en su opinión, en la búsqueda de prevenir la corrupción, "la Ley no lo puede arreglar todo"
Consultado sobre la responsabilidad política en las irregularidades en la CNA, Ramiro Mendoza no quiso adherir mayores responsabilidades a un grupo político que a otro.
"Si es un problema de lucha política… están todos neteados", indicando que son problemas de antes, de ahora, y que "la gracia sería que no estén después, porque en realidad lo que se tiene hoy día es una tremenda oportunidad".