Un total de 5.873.281 personas asalariadas no estuvieron afectos al pago del impuesto a la renta en 2016, alcanzando un 89,31% del total de contribuyentes. Es decir, prácticamente 9 de cada 10 chilenos que obtiene rentas del trabajo dependiente (con contrato de trabajo) está exento del pago del impuesto de segunda categoría, según datos del Servicio de Impuestos Internos (SII), dado que sus ingresos no superan las 13,5 unidades tributarias anuales (UTA), equivalentes a $7.466.742 al año o en $ 622.229 mensuales, de acuerdo al valor de la UTA de noviembre.
Con esto, si se comparan las cifras con el año tributario 2015, se observa un incremento de casi 102 mil contribuyentes que se integran al tramo exento de impuestos, un 65% del total de 156.806 nuevos contribuyentes. Más aun, las personas consideradas en el tramo más bajo de ingresos explicaron el 94,5% del aumento total de contribuyentes en los últimos dos años.
Si bien detrás de estas cifras pueden existir variadas explicaciones, economistas y abogados tributaristas consultados coincidieron en que hay un deterioro evidente del mercado laboral que lleva a menores ingresos entre los contribuyentes.
De acuerdo a Gonzalo Polanco, director del Centro de Estudios Tributarios de la U. de Chile (CET), "el marcado crecimiento de los contribuyentes en este tramo dice relación con la desaceleración de la economía, probablemente muchas empresas empezaron a decrecer su nivel de ingresos", con lo que agregó que "esto implica una menor recaudación".
Por otra parte, Francisco Klapp, investigador del Programa Económico de LyD, afirmó que "es lógico que suceda este incremento, porque lo normal es que las personas, al entrar en el mercado laboral, lo hacen "por los tramos de menor renta". Además, Klapp aseguró que existe un debate abierto respecto al tope del primer tramo de rentas, señalando que "países con cargas tributarias más altas que la nuestra tienen una entrada más rápida al pago de impuestos". Por lo mismo, el economista adelantó que "hoy se comienza a discutir que, si realmente queremos más recursos, este podría ser un punto de partida, donde nos adaptaríamos a los estándares internacionales".
En la misma línea se expresó Tomás Flores, académico de la U. Mayor y ex subsecretario de Economía, quien además sostuvo que la amplitud del tramo exento lleva a distorsiones en el pago de los impuestos, por ejemplo, que "la carga tributaria se concentra en un grupo pequeño de asalariados".
Así, este año tributario 592.270 contribuyentes asalariados entraron al segundo tramo de pago de impuesto a la renta, con una tasa marginal de 4%, siendo sus ingresos entre $ 622.229 y $ 1.382.730, mensuales. Este segmento, que alcanzó un 9% del total, tributó $ 65.424 millones en 2016, en base a una tasa media de impuesto de 1,1%.
En el caso de los sueldos superiores, es decir, que perciben ingresos por sobre 150 UTA ($ 6.913.650 mensuales), el aporte al Fisco es de $ 141.003 millones, con una tasa media de pago de 27,6% (tasa marginal del 40%). De esta manera, se observa que este año 3.660 contribuyentes asalariados del tramo más alto aportaron con el 38,4% del total del impuesto a la renta debido al pago único de segunda categoría.
Cabe recordar que partir del primero de enero de 2017 el tramo superior bajará de una tasa marginal de 40% al 35%, siendo una de las principales modificaciones de la reforma tributaria.
De acuerdo a Klapp, "nuestro segundo tramo, el que comienza a pagar, es más bajo que en otros países, porque allá parten más alto y luego sube más lento", con lo que aseguró que en Chile "el alza de la tasa marginal va bastante rápido". En tanto, José Yáñez, director del Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información (DCS) de la U. de Chile, indicó que "estos números de los tramos tienen una definición más bien política", ya que es complejo recaudar más impuestos en los tramos de menores impuestos. Con todo, también planteó que "tampoco hay que discriminar entre los contribuyentes, son principios de la tributación que también hay que tomar en consideración".
Flores manifestó que "lo habitual es que los países tengan tres o cuatro tramos, por lo que en esto Chile es bastante anómalo, porque cuenta con ocho". Además, aseguró que "no hay una justificación teórica de cómo se establecen los tramos", que se "empinan" muy rápido y, por tanto, provocan un problema. "Uno puede optimizar bastante toda esta cantidad de tramos, dejando un efecto de recaudación nula", recalcó.
Adicionalmente, los expertos coincidieron en que el pago del impuesto a la renta en los tramos exentos podría inculcar una conciencia más relevante sobre el rol que se cumple como contribuyente en la sociedad, lo que repercutiría además en un acercamiento distinto a los servicios que entrega el Estado.
"Para el trabajador chileno promedio hay una sensación de que no paga impuesto. Eso explica en cierta forma que cuando un chileno pide algún servicio público, lo pide como un favor", comentó Flores.