Pasadas las 9.15 horas de este jueves se remató el 3% de Gasco en la Bolsa de Comercio de Santiago en cerca de US$ 14 millones, y con ello, una acción poco líquida y concentrada en su propiedad, pasó a tener una base de más de 700 accionistas, entre ellos los controladores y quienes vendieron, la familia Pérez Cruz.
Dicho movimiento -el de una familia controladora vendiendo paquetes de acciones en la rueda- se ha repetido varias veces este año, sumando, al menos, unos US$ 140 millones.
En mayo, la familia Del Río remató el 0,2% de Falabella, en unos US$ 40 millones, lo que se suma a otros US$ 380 millones que recaudó vendiendo el 2,17% de la retailer en julio de 2016.
En abril en tanto, la familia Schiess vendió en la bolsa local el 5% de la operadora portuaria Saam, recaudando unos US$ 44 millones. Mientras que en marzo, el clan controlador de Hites, del mismo apellido, remató el 5,31% de la empresa en US$ 16 millones.
También se registra el 8% de Blumar que los Yaconi-Santa Cruz salieron a rematar en abril y donde obtuvieron US$ 29 millones.
Dentro de los motivos para enajenar acciones, dicen agentes del sector, se cuenta que el mercado está ávido de operaciones, en parte por la mejora en las perspectivas de mejora económica a partir de las próximas elecciones presidenciales.
Entre enero y mayo, la Bolsa ha transado en acciones chilenas US$ 11 mil millones, mientras que en el mismo período de 2016 movió US$ 9 mil millones. El Ipsa cerró en 4.849, 95 puntos y acumula un alza de 16% en el año.
Además de ello, las empresas de pequeña y mediana capitalización, como Hites, Gasco, Blumar, presentan un alto interés para los fondos mutuos y de inversión que compran en este segmento.
Francisco Soto, gerente de renta variable de Tanner, dice que "mientras continúe la expectativa de cambio de ciclo político y los extranjeros sigan apostando por la región, me parece que va a ser un ambiente propicio para rematar paquetes de acciones".
Y el remate de Gasco justamente demostró el interés, apunta Hernán Arellano, gerente de la corredora Banchile, quienes colocaron las acciones. "La demanda fue buenísima, más de tres veces la oferta y por eso el after market ha sido positivo también. Pero lo más importante y que era el objetivo principal de esta operación, y que se logró de manera muy exitosa, era atomizar la base de accionistas de manera de darle mayor liquidez a la acción. El hecho de incorporar más de 700 nuevos accionistas es muy valioso para la compañía". Soto agrega que con los vientos a favor en la bolsa, "dependerá del papel también el interés que despierten los remates. Pero si todo se mantiene en la tendencia que hemos visto, no debiese haber problema para hacer más remates".