Tajante y sin entrar en detalles, esta semana el director de la Dirección de Archivos y Museos (Dibam), Alan Trampe, dio a conocer su decisión de no renovar el contrato como director del Museo Histórico Nacional (MHN) a Diego Matte Palacios, quien se desempeña en ese cargo desde 2011. "Si bien se reconocen logros en su gestión también se han identificado deficiencias", fue la escueta explicación que dio Trampe por medio de un comunicado de prensa. Consultado más tarde por La Tercera, el Licenciado en Teoría e Historia del Arte tampoco quiso profundizar en los hechos puntuales que gatillaron su determinación. "Fue una decisión mía en calidad de jefe directo y tras revisar muchos antecedentes. Es un tema entre una jefatura y un subordinado que no se puede ventilar públicamente", agregó Trampe, quien desde la salida de Magdalena Krebs de la Dibam quedó como director temporal y provisorio hasta una nueva elección del cargo.
La noticia generó sorpresa en el medio, sobre todo por la serie de mediáticas renovaciones que Matte ha impulsado dentro de la institución con más de 200 años de historia.
Durante el 2013, por ejemplo, el abogado de 37 años logró concretar el proyecto para la ampliación del museo, con la próxima construcción de un nuevo edificio de 2.625 metros cuadrados, el que incluirá depósitos para la colección y nuevas salas de exposiciones y cuyas obras partirían en 2015. Además, desde su llegada en 2011, Matte propuso la reformulación del guión curatorial del museo, que hoy sólo llega hasta el golpe de Estado de 1973. El plan comenzó a trabajarse el año pasado en una serie de mesas de reflexión que reunió a historiadores y figuras como la presidenta de la CUT, además de directores de otras instituciones, como el Museo Histórico Militar y el Museo Mapuche de Cañete.
"Diego Matte ha sido un excelente director del museo, yo diría que el mejor de los últimos años. Lo renovó y le dio visibilidad dentro del público. Nadie se explica su salida", señala Gastón Fernández, miembro del Consejo de Monumentos. No es el único defensor de su gestión .
La antropóloga Sonia Montecino, Premio Nacional de Humanidades, recalcó el interés de Matte de abrir el museo a nuevas miradas: "Ha hecho un gesto pionero, de vanguardia y necesario. Destaco los debates sobre la inclusión del mundo indígena, así como la incorporación de la perspectiva de género en los procesos históricos", dijo quien es integrante del comité de 10 personas que trabaja en el nuevo guión curatorial y con quienes, el viernes, envió una carta a la prensa respaldando a Matte. Entre ellos está la académica Margarita Alvarado, el historiador Rafael Sagredo, los filósofos Bernardo Subercaseaux y Ricardo Loebell y la abogada Verónica Undurraga.
Dentro de los acercamientos que ha hecho el museo al mundo popular e indígena, destacan la celebración al interior del edificio desde 2012 del Wiñol Tripantu, o Año nuevo mapuche, y en septiembre una chingana al estilo antiguo con comidas y bailes típicos, abierta a la comunidad.
"Matte ha intentado quitarle ese aire aristocrático que envuelve al museo y lo acercó a la gente. Este año hizo que artistas contemporáneos intervinieran la colección dandóle lecturas más actuales", subrayó el director del Museo de la Memoria, Ricardo Brodsky. "A todas luces, el museo tiene un déficit en el tratamiento de la historia reciente y en ese sentido el cambio que lideró Matte es fundamental".
El profesional, egresado de la Univerisdad Finis Terrae, no ha querido por el momento referirse a su salida, que se hará efectiva el próximo 15 de diciembre. Tras eso se iniciará a un concurso público para elegir al nuevo director.
"Antes de la llegada de Matte, mucha gente ni siquiera conocía el museo. En tres años Matte lo reflotó, le cambió el rostro", dice el Doctor en Filosofía Ricardo Loebell. "A mí me gustaría conocer las razones exactas de por qué no continúa en su cargo y tener seguridad de que nuestro trabajo en el guión no se perderá. Me parece que con los cambios de gobierno se baja a mucha gente calificada por razones políticas. Por otro lado, Alan Trampe sólo es un director subrogante, ni siquiera ha sido elegido oficialmente", resume el académico.