Fue Alfred Hitchcock quien la llevó por primera vez al sur de Francia en 1955. En la Costa Azul, paseándose entre Cannes, Niza y el Principado de Mónaco, Grace Kelly protagonizó Para atrapar al ladrón junto a Cary Grant. El mismo Hitchcock, amigo personal de la actriz, la quiso rescatar de ahí en 1962, buscando una estrella para su filme Marnie. No le resultó. La actriz, ahora Grace de Mónaco, era dignataria del pequeño principado del Mediterráneo desde 1956 y ni su prohibitiva condición monárquica ni su exigente esposo, Rainiero III, permitirían tal salida de protocolo. Sería su pública gloria y al mismo tiempo su privada tragedia: cambiar los hábitos del oropel de Hollywood por la etiqueta de Mónaco.
A 32 años de la muerte de Grace Kelly en septiembre de 1982 y a nueve desde el deceso de Rainiero III en abril del 2005, Francia se prepara para recibir el estreno de la película Grace of Monaco. Será el próximo 14 de mayo en la noche de apertura del Festival de Cannes. Dos semanas después, a fines del mismo mes, la cinta con Nicole Kidman en el rol de Grace Kelly llegará a salas chilenas.
Dirigida por el francés Olivier Dahan, que antes exploró exitosamente la vida de la cantante Edith Piaf en La vie en rose (2007), la película ha venido sumando publicidad y controversia casi desde el momento que se concibió. Algunos de los mayores reparos provienen de la propia familia monegasca, que tuvo acceso al guión y rechazó la trama. En un comunicado oficial, se habló de "glamorizar la vida real", de cometer "inexactitudes históricas" y de "reescribir la historia con escenas puramente de ficción".
De acuerdo al semanario francés Paris Match, la familia de Mónaco no asistirá a la premiere de la película en Cannes como forma de desacreditar una cinta que en principio contó con su permiso y hasta colaboración. El realizador Olivier Dahan, sin embargo, se escapa de los berrinches reales, argumentando que es un "artista y no un periodista ni un historiador". En entrevista el año pasado con el diario semanal Le Journal du Dimanche afirmó que "reivindicaba su derecho a la ficción" y que "odiaba las biopics, o biografías cinematográficas". "Por supuesto que hay inexactitudes históricas: el general De Gaulle jamás puso un pie en el tradicional Baile Anual de la Cruz Roja de Mónaco. Pero necesitaba ese tipo de escenas para la trama y escenificación", ha dicho Dahan. "Lo que me interesaba era realizar un retrato de una mujer que busca reconciliar su carrera, su esposo y su familia. Es alguien que renuncia a s u trabajo y se inventa otro rol en la vida", agregaba a la publicación gala.
De Cannes a Montecarlo
La película de 30 millones de dólares tiene su nudo cronológico en el año 1962, que es cuando Hitchcock tienta a la princesa y también el período en que el Presidente Charles De Gaulle lanza una ofensiva contra el principado para que termine su régimen de exención tributaria a los ricos y famosos de Francia. De lo contrario, en Mónaco sufren el evidente peligro de anexión al gran vecino del Norte.
Evidentemente, el pasaje histórico escogido por Dahan y su guionista Arash Amel es una de las piedras en el zapato para la casa real de Montecarlo, que sólo una vez vio retratada a la princesa Grace en el mediocre telefilme Grace Kelly (1983), con Cheryl Ladd.
Aunque no estén en la ceremonia de apertura de Cannes, los hijos de Grace Kelly le deben en términos estrictos su existencia al encuentro galo: en el año 1955 la futura princesa asistió al festival como parte de la delegación estadounidense y una de sus salidas protocolares fue la visita a Rainiero III en el palacio de Montecarlo, centro de Mónaco. Se conocieron, Grace Kelly dejó a su novio francés de la época (el actor Jean-Pierre Aumont) y, siete meses después, Rainiero visitó Estados Unidos. La actriz filmaba en ese momento The Swan, película de Charles Vidor, donde interpretó coincidentemente a una heredera al trono de un país europeo. En abril del año siguiente, en 1956, el príncipe se casaría con la actriz ganadora de un Oscar. Su carrera fílmica, de paso y según las normas reales, se acabaría para siempre.
Con dotes de conquistador, aunque temperamento irascible, Rainiero es interpretado en la película por el británico Tim Roth (Perros de la calle). En las primeras sinopsis de la película se lo ve continuamente enfrascado en discusiones con Grace, al borde de perder los estribos. No es, en ningún sentido, un retrato amable.
Otro de los momentos importantes es cuando Rainiero III enfrenta el eventual asedio del Presidente De Gaulle, una figura de incontrovertible estatura mundial que busca acabar con el paraíso de los impuestos en Mónaco. En fin, el cineasta Alfred Hitchcok (Roger Aashton-Griffiths) le ofrece la oportunidad de protagonizar Marnie. Grace Kelly, tras pensarlo noches y noches y consultarlo con su sacerdote consejero Francis Tucker (Frank Langella), declina la oferta. La sombra de Rainiero se cierne una vez más amenazante y al respecto cabe recordar que el cineasta británico rebautizó con ironía cruel a su actriz preferida tras el matrimonio. La llamaba "Disgrace".
Cannes 2014, títulos y jurados
El próximo jueves se conocen las películas que compiten en Cannes 2014. Por de pronto, el presidente del jurado de Una Cierta Mirada será el argentino Pablo Trapero (Carancho), mientras que la película que inaugurará esta muestra es Party girl (foto), largometraje francés sobre la mujer más vieja de un night club. En esta edición de Cannes también se espera que se estrene el último largo del argentino Lisandro Alonso, con Viggo Mortensen; Birdman, la nueva cinta del mexicano Alejandro González Iñárritu; y Welcome to New York, la cinta de Abel Ferrara sobre el caso de escándalo sexual de Domnique Strauss-Kahn.